05/04/2020
Para ser locutor de Radio, comentarista o cronista en México, era necesario e indispensable contar con la “Licencia de Locución” que expedía la Dirección General de Televisión Educativa (DGTVE).
Los requisitos para tramitar un permiso oficial de o Cronista eran contar como máximo con el grado de estudios nivel bachillerato y un mínimo de nivel secundaria, con el cual se lograba obtener las licencias tipo A y B respectivamente.
Esta disposición respondía a Ley Federal de Radio y Televisión en su Título Cuarto, Capítulo Quinto, Artículo 84 y 86, donde se asentaba que “en las transmisiones de las difusoras solamente podrán laborar los locutores que cuenten con certificado de aptitud”.
La misma Ley, en su Artículo 86 definía que “los locutores serán de dos categorías: “A” y “B”. Los locutores de la categoría “A” deberán comprobar que han terminado sus estudios de bachillerato o sus equivalentes, y los de la categoría “B”, los estudios de enseñanza secundaria o sus equivalentes; unos y otros cumplirán, además, con los requisitos que establezca el reglamento”.
La Licencia se entregaba solo a quienes aprobaran una serie de exámenes de conocimientos generales así como como ortografía, redacción, geopolítica, geografía, historia, idiomas, e inclusive buena pronunciación y articulación de palabras frente al micrófono.
En la última década del siglo XX, las exigencias para obtener el certificado fueron disminuyendo: solo se requería una carta de la emisora interesada en emplear a un locutor o comentarista para que se le expidiera licencia oficial.
Fue el 8 febrero de 2016, que el Diario Oficial de la Federación publicó el Decreto en el que el trámite del certificado de locución es derogado y se retira de las atribuciones de la DGTVE la de “expedir licencias de locutores, cronistas y comentaristas de la radio y televisión”.
Para 2019, en México no se requiere de ningún tipo de licencia o certificado para ejercer profesionalmente como locutor, cronista o comentarista de Radio o Televisión; pero eso no significa que cualquier persona puede tomar el micrófono. Hay habilidades y talentos incuestionables que se requieren para mantener el ritmo de una transmisión.
Por eso, es recomendable desconfiar de escuelas o cursos que prometen expedir la licencia de locución; primero porque no existe y segundo porque no es requerida para participar en un programa de Radio o Televisión.
El Instituto de Capacitación de la Industria de Radio y Televisión cuenta con un catálogo de cursos entre los que destacan temas relacionados con la Locución.
Hay que reconocer que existe un debate público entre quienes aseguran que el trámite permitiría que los participantes al aire tuvieran una preparación más exhaustiva; por el otro lado a quienes consideran que trabajar como locutor es una derivación del Derecho Humano a la Libertad de Expresión, así como a la no discriminación de las personas.