11/10/2024
En la historia de México, muchas mujeres han luchado en silencio, abriendo caminos que parecían imposibles. Entre ellas, la figura de **Rita Cetina Gutiérrez**, maestra, poetisa y defensora de los derechos femeninos, resplandece como un símbolo de fortaleza y visión transformadora. Hoy, al recordar su legado, nos invita a seguir reivindicando el papel fundamental de las mujeres en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Nacida en 1846 en Mérida, Yucatán, Rita Cetina fue una pionera en su tiempo. En una época en la que la educación para las mujeres era vista como innecesaria y limitada a las labores domésticas, ella rompió esquemas y luchó por el acceso a la educación y el conocimiento como derechos fundamentales para las mujeres. Fundó en 1870 **La Siempreviva**, la primera escuela de enseñanza media para mujeres en Yucatán, un espacio donde las jóvenes no solo aprendían a leer y escribir, sino que también estudiaban ciencias, literatura y filosofía. Cetina comprendía que la educación era la herramienta más poderosa para la emancipación femenina y, con ello, para el progreso de la sociedad en su conjunto.
La labor de Rita Cetina no solo fue pedagógica; fue también una férrea defensora de los derechos de las mujeres en la esfera pública. Desde su revista feminista **La Siempreviva**, un órgano de difusión asociado a la escuela que fundó, promovió la reflexión sobre el lugar de la mujer en la sociedad, alentando a sus contemporáneas a luchar por sus derechos y a no resignarse a los roles limitantes que la sociedad patriarcal les imponía. Su voz fue un eco poderoso que resonó en las mentes de muchas mujeres que, gracias a ella, comenzaron a cuestionar y desafiar los moldes tradicionales de género.
El legado de Rita Cetina nos recuerda que la lucha por los derechos de las mujeres no es una lucha reciente, sino el fruto de generaciones de mujeres valientes que se atrevieron a soñar con un futuro más justo. Su visión de un mundo donde las mujeres tuvieran acceso a la educación, al pensamiento crítico y a la participación activa en la sociedad sigue siendo relevante hoy en día. A pesar de los avances logrados, aún enfrentamos desigualdades en diversos ámbitos, desde la educación hasta la vida profesional, política y social.
Rita Cetina nos inspira a continuar esta lucha, a recordar que el conocimiento es poder, y que cada espacio conquistado por las mujeres es un paso hacia un futuro donde la igualdad de oportunidades y derechos sea una realidad para todas. Nos invita a cuestionar los estereotipos de género, a exigir equidad en todos los ámbitos y a creer en el poder transformador de la educación para liberar mentes y abrir puertas.
Hoy, más que nunca, debemos reivindicar la labor de las mujeres como Rita Cetina, quienes desde la enseñanza, la palabra y la acción plantaron las semillas de un cambio que sigue floreciendo. Sigamos su ejemplo, no solo como educadoras o activistas, sino como mujeres y hombres comprometidos con una sociedad donde cada persona, sin importar su género, tenga la libertad de alcanzar su máximo potencial.
Reivindiquemos a las mujeres en todos los espacios, tal como lo hizo Rita Cetina.
Educación, igualdad, justicia y dignidad para todas.
Tomado de de Claudia Sheinbaum Pardo