16/04/2024
Fallece fundador del periódico Por Esto!
EN MEMORIA
Único periodista que publicó la matanza del 68. Fundador de los diarios POR ESTO! de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, el eximio periodista Mario Renato Menéndez Rodríguez.
Es miembro de la dinastía Menéndez, cuyo padre, Mario Renato, fue uno de los hijos del fundador del ex Diario de Yucatán, Carlos Ricardo Menéndez González y fue en esta empresa donde el joven Mario Renato hizo sus primeros pininos dentro del periodismo.
Mario Renato Menéndez Rodríguez nació en Mérida, Yucatán en 1937 e ingresó al Diario de Yucatán el 1 de septiembre de 1958 cuando tenía 21 años, luego de estudiar y graduarse de licenciado en filosofía en la Universidad de Tulane, en los Estados Unidos de América.
Por indicaciones de su padre, el periodista Mario Renato Menéndez Romero, antes de laborar en la redacción, lo hizo en los departamento de fundición, rotativa, linotipos y en la imprenta de su abuelo, el también periodista y escritor Carlos Ricardo Menéndez González.
Después de “graduarse en la universidad de la vida”, publicó sus primeros trabajos. Señala que esta “orientación” de su padre le permitió conocer todo el proceso de hacer un periódico, trabar contacto con los trabajadores y aprender la importancia de la solidaridad en una empresa.
En sus años como reportero del otro Diario de Yucatán dejó patente su preocupación por los problemas sociales de Yucatán, en especial los que se vinculaban con la producción del henequén, tema que se convertiría en su leitmotiv y al que dedicaría muchos reportajes, editoriales, entrevistas, denuncias e incluso un libro: Yucatán o el genocidio (1964).
Para la elaboración de ese texto fundamental contó con la colaboración de la intelectualidad liberal atrincherada en ese entonces en el extinto Diario del Sureste, como Manuel Pasos Peniche, Graciano Canto Berzunza, Luis A. Ramírez Aznar, Leopoldo Peniche Vallado, Humberto Lara y Lara y Clemente López Trujillo, entre otros, así como de empresarios cordeleros y hacendados como Cabalán Macari Canán, Nicolás Gutiérrez Pinkus y Alonzo González Villamil; también colaboraron Alvar Carrillo Gil, Elmer Llanes Marín, Gabriel Guillermo, Francisco José Faller Manzanilla, Rodolfo Ruz Menéndez y Armando Cervera, entre otros.
Junto con sus tareas de cristiano militante, pues dirigente de Cursillos de Cristiandad, Mario Renato combatía a los integrantes de la oligarquía yucateca que explotaban a los campesinos, lo que propició que comenzaran a tildarlo de “comunista”.
Por problemas de índole familiar dejó el Diario de Yucatán el 25 de marzo de 1965, marchó a la Ciudad de México y pronto, a mediados de octubre de ese mismo año, fue designado director de la revista “Sucesos para Todos”, propiedad del empresario Gustavo Alatriste.
Tenía 28 años cuando asumió la dirección de esa publicación con circulación nacional, de la que había sido colaborador y que era una de las principales que se publicaban en el país en aquel entonces.
Entre los colaboradores de “Sucesos para Todos” estaban Ermilo Abreu Gómez, Héctor Anaya, Carlo Coccioli, Agustín Cué Cánovas, José González Torres, Juan Helguera Villa, Andrés Henestrosa, Carlos Loret de Mola Mediz, Ángel M. Garibay K., Virgilio Mariel, Arturo Melgoza, Carlos Monsiváis, Héctor R. Osorno Negrín, Ricardo Piña, Alberto Peón, Luis Suárez, Víctor Rico Galán, Armando Rodríguez, Cristina Romo, Agueda Ruiz y Arturo Salazar.
Rosendo Gómez Lorenzo participaba como asesor y asistente de la dirección; Álvaro Villa (seudónimo de Juan Duch Colell, quien también usaba el de Joaquín Mira) era jefe de redacción; Juan José Morales cubría la secretaría de la redacción y reporteaba; Héctor Amparán, jefe de formación; Rodrigo Moya, jefe de fotógrafos, y Eduardo del Río “Rius”, jefe del suplemento humorístico que llevaba el título de “El mitote ilustrado, violencia, s**o y agruras”, cuyo primer número se publicó en la edición correspondiente al 29 de octubre de 1965.
Complementaban el equipo los redactores y reporteros Carlos Ferreira, Froylán Manjarrez y Ramón Pimentel, así como los fotógrafos Héctor García y Armando Salgado.
Las entrevistas exclusivas de Mario Renato a Fidel Castro Ruz en la isla de Cuba, así como a los líderes guerrilleros de Guatemala, Luis Augusto Turcios; Venezuela, Douglas Bravo y Luben Petkoff y Colombia, Fabio Vázquez Castaño, le dieron proyección más allá de nuestras fronteras.
Sus reportajes, que las agencias internacionales de noticias se disputaban, no estuvieron exentos de inconvenientes. Por ejemplo, en marzo de 1967 Mario Renato fue secuestrado de la embajada de México en Colombia por agentes del Departamento Administrativo de Seguridad y sometido a intensos y frecuentes interrogatorios, pues el ejército de ese país estaba especialmente interesado en saber cómo el periodista había establecido los contactos necesarios para entrevistar a los líderes guerrilleros, así como los medios que había utilizado para llegar al sitio o sitios que visitó.
Con honrosas excepciones, la prensa mexicana se hizo eco de las versiones difundidas desde los centros de poder, tanto de Colombia como de los Estados Unidos de América, que afirmaban que el periodista yucateco era “un agente comunista” que había viajado a ese país para “intensificar” la lucha guerrillera contra el gobierno.
“Sucesos para Todos”, luego de deplorar esta falta de solidaridad, subrayó que la actitud de los medios mexicanos, colombianos y de otras latitudes parecía encaminada a justificar posibles atentados a la libertad y vida de Mario Renato, sobre todo después de que corrió la versión de que había intención de someterlo a juicio ante un tribunal militar.
Fue necesario acudir a las más altas instancias del gobierno mexicano para conjurar este despropósito. Al final, Menéndez Rodríguez fue expulsado de Colombia “porque se negó a revelar las fuentes de información que lo condujeron hasta los focos guerrilleros”, según publicó el diario “El Espectador de Colombia” el 22 de abril de 1967.
Por otra parte, sus reportajes, calificados como innegables triunfos periodísticos de primera línea, fueron también piedra de escándalo para los comunistas mexicanos.
¿La razón? Una dura crítica al Partido Comunista Venezolano PCV) del que se afirmó que había incentivado la guerrilla, pero únicamente para usarla como un elemento de negociación con el gobierno de ese país sudamericano; empero, como los grupos sublevados se opusieron a la orden de repliegue, no sólo fueron abandonados a su suerte por sus promotores sino que incluso fueron combatidos por ellos.
En ese tiempo, vale la pena recordarlo, la izquierda estaba dividida entre quienes eran partidarios de la lucha política por los canales tradicionales y los que buscaban la liberación de sus naciones por la vía armada.
Luego de enterarse de que Alatriste había intentado chantajear a Fidel Castro Ruz para que Menéndez Rodríguez continuara al frente de “Sucesos para Todos”, Mario Renato renunció en diciembre de 1967 a la dirección y fundó la revista POR QUÉ?.
El primer número de esta publicación catorcenal, que hizo época en el periodismo mexicano, apareció el 28 de febrero de 1968 bajo la responsabilidad de Editorial Reportaje, S.A. de C.V. , con domicilio en Monterrey 70 (primer piso), colonia “Roma” del Distrito Federal.
Su plantilla de directivos y colaboradores, en la que figuraban varios de los que escribían anteriormente en “Sucesos para Todos”, era la siguiente: Ricardo Capetillo C., subdirector; Roger Menéndez Rodríguez, jefe de redacción; Manuel de la Isla P., secretario de redacción; Rogelio Naranjo, director artístico; caricaturistas: Emilio Abdalá (AB), Helio Flores, Eduardo del Río (RIUS), Leonardo Vadillo.
Servicios fotográficos: Raúl Anaya, José Báez, Francisco Beverido, Héctor García, Nacho López, Hnos. Mayo, Óscar Menéndez, Alice Reiner Goldring. Colaboradores: Rodolfo Alcaraz, René Alis, Franklyn Alonzo Cabrera, André Berkov, Laura Bolaños Cadena, Carol Brightman, Thomas Buchanan, Heberto Castillo, Milton Coelho da Graca, Felipe Escalante, Ania Francos, Marco Antonio Flota, Rogelio García, Elena Garro, John Gerassi, Jorge Godoy, Enrique Gómez Vadillo.
También estaban: Carlos María Gutiérrez, Gisele Halimi, Jena Lacouture y Albert Paul Lentin, Emigdio E. Maraboto, Escolástico Medina, Rodrigo Mendoza, Miguel Ángel Menéndez Rodríguez, Hernán Menéndez Rodríguez (+), Carlos Núñez, Augusto Olivares, Elena Paz, Raúl Pérez Mendoza, Luis Ramírez Aznar, Jorge Rivero, Joaquín Roche Díaz, Cristóbal Rojas, Rosa Rojas, José Rubio González y Marco Antonio Vargas.
Aunque en su editorial de presentación se apuntaba que esta revista aspiraba a ser distinta, diferente de las otras, en la práctica el contenido de POR QUÉ? era similar al de otras que circulaban en la capital del país, pues constaba de secciones de reportajes, política, caricaturas, páginas dedicadas a la mujer y los caballeros, poemas, secciones de teatro, pintura, música, etc.
La segunda, tercera y cuarta de forros tenían publicidad, lo mismo que varias páginas interiores. Muchos tomaron como un mero formulismo esta frase que, llevada a su cabal cumplimiento, serviría de fundamento a la transformación que pocos meses después habría de experimentar la revista:
“Sólo una brújula ha de guiar a “POR QUÉ?”: la verdad; su bandera será la Justicia y su anhelo más ferviente: el progreso constante de la Patria”.
El punto de inflexión sobrevino con el movimiento estudiantil de 1968 que POR QUÉ? no sólo siguió paso a paso, sino que respaldó claramente. Su aceptación entre los jóvenes fue tal que obligó a convertir en semanal la revista.
La masacre de Tlatelolco, aquella infausta tarde-noche del 2 de octubre de 1968, marcó la radicalización definitiva de este órgano informativo. Mario Renato subrayó que el número extraordinario que dejó constancia de esta brutal represión y que constituye el testimonio periodístico de primera mano sobre lo que en verdad ocurrió allí, lo escribió en un estado de indignación y crispación nerviosa que le duró varios meses.
Como era de esperarse, los anunciantes retiraron su publicidad y uno que otro colaborador marcó prudente distancia, pero a cambio se incorporaron otros que le inyectaron nueva sangre a POR QUÉ?.
Ante el embate frontal a la clase política en el poder, la respuesta del régimen no se hizo esperar: restricción en el surtido de papel (en esa época, la empresa Productora e Importadora de Papel, Sociedad Anónima (PIPSA), que estaba en manos del gobierno, controlaba la distribución de este insumo clave, boicots, incautación de ejemplares, bombazos al edificio de la editorial y al final el secuestro, prisión en Lecumberri y el destierro de Mario Renato.
El periodista yucateco fue encarcelado a principio de 1970 acusado por el gobierno de integrar una célula guerrillera en el Estado de Tabasco.
Luego de permanecer casi dos años bajo proceso en el temible Palacio Negro, sin que se le dictara sentencia alguna, Menéndez Rodríguez salió libre por desistimiento de la desaparecida Procuraduría General de la República (PGR), pero no pudo permanecer en el país, sino que fue obligado a exiliarse en Cuba junto con otros 8 presos políticos, todos ellos del Estado de Guerrero.
El 19 de noviembre de 1971, comandos armados de las guerrillas de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), liderada por el Profr. Genaro Vázquez Rojas (+), secuestraron a Jaime Castrejón Díez, propietario de fábricas embotelladoras de Coca Cola en varias ciudades y también rector de la Universidad de Guerrero.
A cambio de su vida, la ACNR demandó la liberación de Florentino Jaimes Hernández, Demóstenes Onofre Valdovinos, Concepción Solís Morales, Ceferino Contreras, Antonio Sotelo, Rafael Olea, Santos Méndez, Ismael Bracho y Mario Renato Menéndez Rodríguez.
El gobierno mantuvo silencio durante varios días e incluso hizo correr la versión de que ese hecho era falso; todo cambió, sin embargo, luego de que en el programa “24 horas” de Jacobo Zabludovsky (+) se difundió un documento suscrito por dos comandantes guerrilleros y por el rehén que confirmaban la acción guerrillera.
La pregunta que todos se hacían era por qué en la lista de canje aparecía el nombre de Mario Renato. La respuesta la proporcionó la propia revista POR QUÉ? en su número 180: el mutuo agradecimiento: “Porque, por una parte, mientras toda la prensa nacional calumniaba y calumnia al profesor Vázquez Rojas señalándolo como bandolero, robavacas, y mientras el gobierno negaba la existencia de guerrillas armadas en la sierra suriana, POR QUÉ? publicó, hace ya más de tres años dos cartas del jefe revolucionario en la(s) cual(es) señalaba su posición eminentemente política y luego en julio y agosto de 1971, vieron la luz en esta misma revista tres reportajes de las guerrillas guerrerenses que encabeza Vázquez Rojas, mediante los cuales se supo en México y en el extranjero que no eran un mito inventado por el pueblo hambriento, sino que el núcleo revolucionario tenía su campamento “José María Morelos” en algún lugar de las montañas”.
Aunque Mario Renato continuó dirigiendo la revista desde Cuba, el 12 de septiembre de 1974, con el número 324, POR QUÉ? dejó de publicarse. Luego de permanecer 10 años exiliado en esa isla caribeña, Menéndez Rodríguez regresó a México y fundó la revista POR ESTO!, que vio la luz el 2 de julio de 1981.
En esta nueva aventura periodística lo acompañaron Carlos Alberto Burgos, jefe de redacción; su hermano Agustín Menéndez Rodríguez, como secretario de redacción; los reporteros Paquita Calvo Zapata, Tatiana Coll, Angel y Jorge Armendáriz, Araceli Burguete Cal y Mayor, Dolores Cordero, Rodolfo Coronado, Luis Alberto García Aguirre, María Guerra Tejada, Miguel Angel Gutiérrez González, Rogelio Hernández L., Juan López Dávila, Jorge Meléndez, Jesús Morales Mondragón, Guadalupe Pastoriza, Ray-mundo Bautista Pérez, Francisco Xavier Pizarro, José Suárez Mirón y Alicia Reyes.
Como fotógrafos: Aramís Ferrera, Mario Ferrer, Héctor García, Mary García, Fernando Lescano, Nacho López, Hermanos Mayo, Guillermo Méndez Cueto, Óscar Menéndez, Rodrigo Moya, Alfonso Muñoz, Pablo Nolasco, Liborio Novel, Julio Pliego, Walter Reuters, Citlali Rovirosa y Pedro Valtierra.
En el primer número Mario Renato publicó dos reportajes titulados: “Guatemala: un pueblo en armas” y “En el umbral de la historia: Nayarit”.
Además del editorial, en el que fijó la posición de ese medio, también aparecie-ron: “La guerra en El Salvador”, fotorreportaje de Miguel Ángel Guardado Rivas; “Venta de plazas en la Chrysler”, por Miguel Ángel Gutiérrez y fotos de Citlali Rovirosa; “El porvenir es de la clase obrera”, por Valentín Campa; “Documenta Americana”, de caricaturas de Abdalá (AB); “Juchitán”, por Paquita Calvo Zapata y fotos de Julio Pliego.
Así mismo se publicaron “La sucesión gubernamental en Yucatán”, sin firma; “Expropiación: industrialización y marginación”, por Tatiana Coll; “¿Cuál Revolución?”, por Alejandro Gascón Mercado; “Neurosis y sordera. Santa Bárbara de los Mineros”, sin firma; “Cuba no está en quiebra”, por Marta Harnecker y fotos de Aramís Ferrera; “El comandante de la Revolución Carlos Núñez Téllez advierte: Nicaragua no está sola y su pueblo está dispuesto a combatir”, por Carlos Alberto Burgos y fotos de Aramís Ferrera; “René Portocarrero”, por Jaime Sarusky y fotos del mismo Ferrera y finalmente, “Catapulta”, por Justo Madrazo.
POR ESTO! concluyó su ciclo el 28 de marzo de 1990, luego de publicar 415 números. El 21 de marzo de 1991 esta revista se convirtió en diario matutino editado en la ciudad de Mérida, Yucatán,y desde entonces lleva como lemas: “Dignidad, Identidad y Soberanía”.
En casi tres décadas de existencia se convirtió en uno de los principales periódicos del país, con una notable presencia en los Estados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán, toda una hazaña de este colectivo de trabajadores que desde el principio pusieron su máximo esfuerzo para realizar un excelente trabajo, bajo la dirección de Mario Renato y de su hermanito Hernán (+) en la subdirección.
Durante su larga y fructífera trayectoria, Menéndez Rodríguez recibió numerosas distinciones, entre las que destacan el Premio Internacional de Periodismo (1967); Certificate of Appreciationdel Departamento de Justicia del gobierno de los Estados Unidos de América por su notable contribución en el apoyo de la aplicación de la legislación sobre dr**as (2006); Reconocimiento de la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (2006); La Utilidad de la Virtud (2008), conferida por la Sociedad Cultural “José Martí”; Reconocimiento de Prensa Latina (2009); Distinción “Félix Elmuza” otorgada por la Unión de Periodistas de Cuba (2009); Medalla a la Amistad del Gobierno de Cuba (2013).
Además de “Yucatán o el genocidio”, también es autor de las siguientes obras: “El Ejército de Liberación Nacional” (1967); Golpeando en la selva (1967), que sirvió de base para un documental del mismo título que cosechó numerosos premios; “El Salvador: una auténtica guerra civil” (1981) y “La dialéctica y los métodos científicos generales” (1981).
Concluyó sus estudios de doctorado en filosofía en las Academias de Ciencias de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y Cuba y fue colaborador, entre otros, de los periódicos “Excélsior”, “El Porvenir”, de Monterrey, “El Informador”, de Guadalajara y “El Dictamen”, de Veracruz.