19/06/2024
FESTEJOS POPULARES TAURINOS: TRADICIÓN VS MODERNIDAD ARTIFICIAL
Los espectáculos taurinos tradicionales se distinguen por su arraigo social e histórico en las localidades donde se celebran.
Estos festejos populares, que involucran reses de lidia, se han transmitido de generación en generación, conformando una parte esencial de la identidad cultural local en muchos de los casos.
Su desarrollo se basa en las costumbres propias de cada lugar, dando lugar a una gran variedad de formatos y expresiones.
Entre los ejemplos más comunes encontramos encierros, sueltas de reses, toreo de vaquillas y otros eventos similares. El más famoso de ellos son los encierros de Pamplona.
Los festejos populares normalmente no representan un negocio. Forman parte de las fiestas de un lugar organizado por los aficionados, aunque en ocasiones el negocio como tal es para los propios pobladores.
También una característica preponderante es que su acceso es gratuito con la connotación de que usualmente si solo vas a ver desde una grada, un balcón o una azotea existe un cobro por los lugares que, en el libre mercado, los arrendatarios de los espacios dictan sus propios costos.
Por ejemplo, en Pamplona la gente puede llegar a pagar miles de euros por uno de los cotizados balcones de la calle Estafeta o llegar desde muchas horas antes a alguno de los pocos vallados de forma gratuita para, en ambos casos, presenciar un espectáculo que dura unos escasos segundos.
La actual administración de la Plaza México se ha caracterizado durante su gestión en generar espectáculos taurinos donde realmente lo que buscan es promover más la experiencia de ir a una plaza de toros con una serie de elementos alrededor del festejo que realmente de ofrecer una cartelera taurina esencialmente atractiva.
Imitaciones como la corrida de las luces o ahora el encierro estilo Pamplona alrededor del coso más grande del mundo son algunas de las ocurrencias comandadas por Mario Zulaica.
A este experimento llamado Pamplonada, donde en esencia se estará lidiando una novillada de Barralva, le han impuesto la modernidad artificial de un festejo popular taurino donde hay un límite de “corredores”, con un costo de acceso que gestiona la empresa y se vende como “una experiencia” sin ningún tipo de arraigo cultural más que buscar otra forma de llenar los bolsillos de la empresa.
En ocasiones, esta administración ha dejado de lado la esencia en la conformación de carteles atractivos y de principalmente presentar ganado con trapío para la categoría de la plaza.
Abusan de vender experiencias artificiales y carentes de contenido sustancial que permitan generar arraigo con los aficionados y no solo la búsqueda de llenar las bolsas del empresario.
🖊️ Ricardo Romano Corona.