Digital Dreams Factory, S.C.

31/05/2024

Dese usted la oportunidad de leerlo completo y le garantizo que podrá callarle el HOCICO a más de alguno:

Dice la oposición al gobierno que el país está en quiebra, que no es por el Covid19 ni por la guerra petrolera. Que la quiebra inició antes de la pandemia y en parte le doy la razón.

Están en quiebra los directores y delegados del sector salud, quienes compraban medicamentos a sobreprecio porque recibían una parte de la “utilidad” es decir, del robo a la nación. Sus proveedores eran empresas de políticos que utilizaban prestanombres para no aparecer en las actas constitutivas.

Están en quiebra los empresarios gasolineros que tenían un ritmo de vida elevado porque sus “utilidades” eran también muy elevadas. Compraban robado y ahora tienen que comprar a precios reales.

Están en quiebra las factureras que tenían un ingreso multimillonario de lo que le robaban al SAT y que el mismo SAT era cómplice.

Están en quiebra los que compraban facturas falsas para no pagar impuestos.

Están en quiebra los empresarios que no pagaban impuestos, los que estaban acostumbrados a la condonación y los estímulos fiscales. Esos que estaban acostumbrados a no pagar miles de millones de pesos. Total, los medianos, pequeños y micro empresarios pagaban por ellos.

Están en quiebra los huachicoleros que ya no ordeñan los ductos para venderle a sus clientes corruptos que preferían comprar lo robado para venderlo a precios normales.

Están en quiebra los grandes consorcios de tiendas de conveniencia que huachicoleaban energía eléctrica y ahora tienen que pagarla.

Están en quiebra las refresqueras que no pagaban agua, luz y ni impuestos. Esos son los que ahora lloran porque tienen que pagar.

Están en quiebra los políticos y politiquillos grílleros que por ser líderes locales se beneficiaban con guarderías y repartos de programas sociales en donde se quedaban con una parte de las despensas y el dinero.

Están en quiebra los medios de comunicación, porque ya no hay quien les compre infomerciales, propaganda gubernamental para tapar lo malo y engrandecer lo poco bueno de cada gobierno a cambio de miles de millones de pesos del erario.

Están en quiebra los diputados y senadores. Esos que, a cambio de unos millones de pesos, aprobaban todo lo que sus patrones les ordenaban para despojar a México de sus bienes y para apoyar a empresarios corruptos.

Están en quiebra los políticos y empresarios que, a costa de nuestros impuestos, disfrutaban de autos de lujo y escoltas pagadas por nosotros y ahora tienen que pagar ellos, si es que quieren seguir teniendo esos lujos.

Están en quiebra los sicarios del CISEN y algunos del Estado Mayor Presidencial que disfrutaban de grandes manjares y viajes para cuidar políticos y empresarios a costa de nuestros impuestos.

Están en quiebra las ONG’s que recibían “aportaciones” gubernamentales, desproporcionados sueldos y gastos discrecionales que pagábamos nosotros.

Están en quiebra quienes su negocio era “administrar” los apoyos federales, estatales y municipales, para quedarse con parte de los recursos y repartirlo con sus amigos y familiares.

Están en quiebra las organizaciones como Antorcha Campesina que, siendo del PRI, recibían dinero público para controlar grupos populares, y disponer de ellos como capital electoral.

Están en quiebra los aviadores que no tenían que trabajar, solo pasar a cobrar su quincena sin merecerla, solo porque eran lambiscones y tapaderas de políticos corruptos.

Están en quiebra los políticos que acostumbran a solicitar dinero para obras que a veces no hacían y cuando las hacían, inflaban los costos hasta en un 1000% para quedarse con su tajada y repartir con sus cómplices.

Están en quiebra los que estaban acostumbrados a privatizar los bienes nacionales, para quedarse con acciones de las empresas o un pago por parte del empresario que la compraba.

Están en quiebra esos que quieren regresar a arrebatarnos lo que apenas empezamos a recuperar.

Están en quiebra esos que ya no logran juntar masas y que solo unos cuantos por ignorancia se dejan manipular.

Están en quiebra los traidores e ignorantes que marchan por los beneficios de los corruptos y criminales, que se creían dueños de México, y que a ellos mismos explotaban.

Están en quiebra esos que no suman pero si restan y dividen por apoyar a sus amigos o familiares que se quedaron sin el dinero de la corrupción. Están molestos con el gobierno, pero están en primera fila para obtener los beneficios de un gobierno que trabaja por los más necesitados.
Están en quiebra los municipios que se vendieron y que tuvieron que pagar con la Tesorería y el Predial a los ex presidentes que van dejando el cargo.

Están en quiebra porque no logran que la sociedad les crea el cuento de que el país está en quiebra

No están en quiebra los que saben y están conscientes que tenemos que hacer un esfuerzo, y no creer que en 2 años se puede sanar una herida de 83 años.

No están en quiebra los pobres que terminaban rescatando a los banqueros, aunque ellos sufrían la peor desigualdad.

No están en quiebra quienes comprueban que se ha ido la vieja práctica del endeudamiento que terminaban pagando quienes no recibían absolutamente nada de ese dinero.

NO ESTAMOS EN QUIEBRA.

Estamos saliendo de una larga noche de hambre, dolor y muerte, para entrar a una realidad más justa para los que siempre fueron invisibles

P.D. haz patria reenvíalo a todos tus contactos para que NUNCA más nos gobiernen estos corruptos

El pueblo de México

25/05/2024

Sociopatía y política
Por Armando G. Lagos Barba.
Cuarta parte

En nuestra entrega anterior comentamos la incapacidad del sociópata de vincularse, identificarse emocionalmente, aunque sí se puede vincular cognitivamente para ver cómo piensa una persona o un grupo de personas a fin de poder ejercer sus maquinaciones manipuladoras. También comentamos que este tipo de sociopatías no son exclusivas del ámbito político, sino que también se da entre los grandes “hombres de empresa”, clérigos de cualquier religión e incluso celebridades del mundo artístico. Todos ellos pueden aparentar una identificación con el otro, pero esto es solamente superficial, no tienen la profundidad emocional que realmente hace que nos identifiquemos con el otro; no conocen el sentimiento de culpa. La identificación es más bien cognitiva, comprenden como piensa el otro a fin de hacer más fácil el manipularlos. Realmente carecen de la capacidad de identificación emocional.

La identificación emocional se da por medio de la afinidad con otras personas por medio de normas. Pero ¿qué son las normas? ¿Por qué generamos normas? Porque nuestros padres nos dicen eso no se hace; no puedes engañar a tu profesor, debes respetar a tus padres y no mentirles. Es el amor hacia y desde los padres que se va desarrollando en la familia lo que, a través de la conexión emocional, a través de la empatía de las normas morales que se van inculcando lo que va generando una serie de principios que, si se violan, hacen que uno se sienta mal, porque traiciona los principios inculcados por los progenitores Y así se van integrando normas desde que uno es pequeño, pensando: “sí quiero que mi mamá me quiera y piense que soy un niño bueno”, “no debo faltar al profesor ni a mis padres”.

El respeto al otro está condicionado, vinculado, con el hecho de querer que los padres, especialmente la madre, lo quiera a uno, porque él o ella, ha estado vinculado a la madre. A través del amor se van generando una serie de normas inmateriales, éticas, que se van asumiendo como importantes porque uno quiere sentirse querido por sus padres y más tarde, por sus congéneres, ser aceptado en el grupo o en la sociedad en general. Incluso en el sentimiento fraterno: los buenos amigos comparten las cosas y se apoyan de varias formas, incluso en la emocional. Estos son condicionamientos sociales, identificaciones de grupo al que pertenecen y podrá haber de seguimiento de normas de grupo o sociales.

Como podemos deducir de las características del sociópata que vimos en la entrega anterior, entendemos por qué, muchos de estos sociópatas, políticos, hombres de empresa, clérigos y celebridades, no sienten remordimiento alguno por engañar a la ciudadanía, por robarla, no obstante que también tuvieron padres, pero cuya relación pudo no haber sido la más cálida, emocionalmente.

En pocas palabras, el sociópata trata de robar lo más que puede, sin sentir remordimiento alguno. Sienten que se lo merecen todo y más. Son manipuladores, descorazonados del sentir ciudadano y no tienen llenadera en los bienes que ambicionan; no tienen conciencia de arrepentimiento, repetimos, no tienen sentimientos de culpa. Sin embargo, no están enfermos ni padecen de psicopatología alguna: solamente lo que tienen es una forma de ser totalmente antisocial.

La Clínica Mayo define así la conducta sociopática: “Una condición mental en la que una persona constantemente no muestra ninguna consideración por el bien y el mal e ignora los derechos y sentimientos de los demás. Las personas con trastorno de personalidad antisocial tienden a antagonizar, manipular o tratar a los demás con dureza o con indiferencia insensible. No muestran ninguna culpa o remordimiento por su comportamiento”. Incluso, esta clínica, además de hacer esta aseveración, han realizan un estudio sobre algunos gobernadores de los Estados Unidos que se acercan a su definición de sociopatía. Se han basado en varias características sociopáticas: actitud deshumanizada, actitud manipuladora y su avidez insaciable por bienes materiales. Esto resulta en una evidente crueldad inmisericorde ante las necesidades de la sociedad.

Podemos resumir que la sociopatía es un rasgo o trastorno de la personalidad que, de acuerdo a ciertas predisposiciones, florece en ciertos individuos. No es una enfermedad que se adquiere. Es una manera de ser, del carácter que se desarrolla en el transcurso de mi vida. De tal forma que, si un sociópata quiere algo en la vida, siente que tiene derecho a ello y simplemente por el hecho de que lo desea, va y lo posee de cualquier forma. Así, los sociópatas roban impunemente, y son narcisistas, sienten que todo lo merecen, e incluso se sienten ofendidos cuando no obtienen todo lo que quieren porque sienten que ellos lo merecen. Sin embargo, por su desmedida ambición, cometen errores por los que después tienen pagar ante la sociedad.

El caso del “mocha orejas” puede ser un caso ilustrativo. Recordemos que en un interrogatorio en la PGR expresa muy tranquilamente que sí, que él se dedicaba al secuestro y lo que más le molestaba es que los familiares de las víctimas no le pagaran los rescates, porque él trabajaba y no se le correspondía a “su trabajo”. Y así, en el ámbito político, tenemos a la esposa del gobernador Duarte, en Veracruz, que llevaba un registro completo de todo lo obtenían de sus acciones corruptas sin sentir la más mínima sensación de culpa o remordimiento; y tranquilamente vivía en Londres con el fruto de su “merecido trabajo”. El mismo gobernador Duarte, Yarrington, Cabeza de Vaca (que incluso está fichado desde la adolescencia en los Estados Unidos) y otros gobernadores corruptos, como: Mario Villanueva Madrid (Quintana Roo), Andrés Granier (Tabasco), Tomas Yarrington (Tamaulipas), así como Jesús Reyna (Michoacán), Humberto Moreira (Coahuila), Luis Armando Reynoso Femat (Aguascalientes), que nunca han sentido remordimiento alguno por los saqueos que han cometido a sus Estados. Esas son conductas sociopáticas y así hemos vivido muchos casos. La razón es porque sienten que el dinero de la hacienda nacional, es suyo, que se lo merecen por el hecho de haber llegado a ese puesto de gobierno engañando a la ciudadanía y entonces tienen derecho a robar a sus anchas, sin sentir el mínimo de culpa, tienen trastornada totalmente su escala de valores.
Continuará.

25/01/2024

25/01/2024