16/10/2023
"La Carretera de las Almas Perdidas"
Era una noche oscura y silenciosa en la ciudad, y Javier, un taxista de Uber, estaba desesperado por conseguir un poco más de dinero antes de dar por terminada su jornada. Cuando recibió una solicitud de viaje hacia una zona rural alejada, no lo pensó dos veces y aceptó de inmediato.
La dirección lo llevó a una carretera polvorienta y desolada que se adentraba en la oscuridad de la noche. A medida que avanzaba, la iluminación de la ciudad se iba desvaneciendo gradualmente, sumergiéndolo en la penumbra. La carretera parecía interminable, y la sensación de aislamiento crecía con cada kilómetro que recorría.
De repente, a lo lejos, divisó figuras moviéndose por el lateral de la carretera. Extrañamente, estas personas iban caminando en una procesión, vestidas con velos que ocultaban sus rostros. Javier notó que todos rezaban en silencio mientras avanzaban, y un escalofrío recorrió su espalda cuando se dio cuenta de que sus rostros estaban completamente oscuros, sin rasgos discernibles.
El miedo comenzó a apoderarse de él mientras continuaba conduciendo, sintiendo que algo no estaba bien. La procesión parecía ignorarlo por completo, ya que ninguno de los caminantes lo miró siquiera. Aceleró, deseando llegar a su destino lo antes posible, y finalmente llegó a un punto en el que la procesión desapareció de su vista.
El destino indicado en la aplicación estaba a pocos metros, y cuando llegó, se encontró frente a un antiguo y descuidado cementerio. La atmósfera estaba cargada de un aire espeluznante, y la luna llena iluminaba las tumbas y monumentos funerarios con una luz siniestra. No había señales de vida a su alrededor, ni rastro de la procesión que había visto momentos antes.
Aterrado, Javier se preguntó si había estado alucinando o si lo que había visto era real. No podía explicarse lo que acababa de presenciar y decidió dar marcha atrás y salir de allí lo más rápido posible.
Mientras conducía lejos del cementerio, recibió una nueva solicitud de viaje en la misma dirección. Con el corazón en un puño, decidió volver por el mismo carretero oscuro. Sin embargo, esta vez no vio rastro alguno de la procesión fantasmal. La carretera estaba desierta y tranquila.
Finalmente, llegó al punto de recogida, donde un anciano lo esperaba. El anciano, al ver la palidez y el nerviosismo en el rostro de Javier, le preguntó si había visto a la procesión fantasmal. Javier asintió con temor, y el anciano suspiró.
"Esos son los espíritus de los difuntos", dijo el anciano en voz baja. "Cada cierto tiempo, caminan por esta carretera en busca de paz. No eres el primero en verlos, ni serás el último. Esta carretera es conocida como 'La Carretera de las Almas Perdidas'".
Javier tragó saliva y sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal mientras el anciano subía al coche. Juntos continuaron por la carretera, ahora en silencio, sumidos en el misterio y la inquietante realidad de un lugar donde los vivos se cruzaban con los mu***os en una procesión eterna en busca de redención.
✝︎ Los créditos de esta historia son totalmente para su AUTOR ORIGINAL ✝︎
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