29/05/2025
28 de Mayo del 2025
*Tengamos una actitud correcta*
“—Anoche los dos tuvimos sueños —contestaron ellos—, pero nadie puede decirnos lo que significan. —La interpretación de los sueños es asunto de Dios —respondió José—. Vamos, cuéntenme lo que soñaron”.
Génesis 40:8
*LECTURA DEL DÍA: GÉNESIS 40:4-19*
Creo que si alguien debería estar triste, ese sería José. Su situación era mucho peor que la de ellos. Éstos estaban por un capricho de faraón, y seguramente no estarían allí por siempre. Pero José había sido acusado por la esposa del jefe de los verdugos, y no sabía si volvería a ver otra vez la luz del día. Pero, a pesar de sus propias circunstancias, José se dio cuenta de la situación de estos dos hombres.
Cuando nuestro corazón es recto, aunque nuestro mundo se nos haya venido abajo, es admirable lo sensible que podemos ser con alguien que esté atravesando por algún problema. En vez de decirles: “¡Ustedes creen que tienen mucho de qué quejarse! ¡Esperen que les cuente mis problemas!” Sin embargo, José les dijo: “¿Por qué están tristes? ¿Qué les sucede?
Acepto que es obvio que esto no es algo que se pregunta en una cárcel, pero pone de manifiesto la capacidad de José de pensar más allá de sus problemas y necesidades inmediatas, para ministrar a los demás.
En realidad, es sorpréndente que José quisiera tener que ver algo con los sueños. La última vez que lo hizo, les contó sus sueños a sus hermanos, y eso fue la “operación hoyo”, y terminó en un mercado de esclavos en Egipto. Él pudo haber dicho que no quería saber más de sueños en toda su vida. Pero José no era un hombre así. Él dijo: “¿tuvieron un sueño? Cuéntenmelo”.
Eso es lo que hace una persona con la actitud correcta. Hace que te olvides de los problemas de cada día. Te prepara para la acción. Te libera de dificultades emocionales. Te muestra oportunidades para ministrar en situaciones en las que jamás te habrías involucrado. Hoy te pregunto ¿Cuál es tu actitud a pesar de tus problemas? ¿La misma actitud que José? Es momento de desarrollar una actitud correcta. Es momento que, a pesar de tus circunstancias o situaciones adversas, tengas la capacidad de bendecir a quienes están a tu alrededor.