12/06/2024
Claudia Sheinbaum, nueva presidenta electa de México, recibió ayuda de Estados Unidos para combatir el crimen durante su mandato en Gobierno de la Ciudad de México
Claudia Sheinbaum, nueva presidenta de México, ganó por un amplio margen contra la endeble y desentendida oposición. En un artículo del New York Times, señalan que la nueva presidenta recibió ayuda de EEUU para combatir el crimen durante su mandato como Jefa de Gobierno en la CDMX, donde incluso durante el 2022 la policía de la ciudad incautó 1.6 toneladas de co***na, el embargo más grande en la historia, se revela que el departamento de Homeland Security proporcionó la inteligencia para lograr esta incautación. Construyendo silenciosamente relaciones con EEUU durante al menos 5 años que gobernó la ciudad.
No hay duda que uno de los grandes logros de la administración de Sheinbaum fue la reducción del crimen, incluso en los debates durante su candidatura, señalaba estos logros alcanzados en la ciudad con cifras como: crimen violento disminuyó un 58% mientras que los homicidios bajaron un 51%.
Más allá de cuestionar las cifras alcanzadas por el gobierno y que la percepción de seguridad si ha mejorado en la ciudad, no cabe duda que quienes habitamos en esta urbe conocemos los problemas que persisten a pesar de este mejora en las cifras, los cuales a diferencia de lo que indican en sus discursos los dos grandes líderes morenistas, cuando indican que siguen atendiendo las causas de la desigualdad y la proliferación del crimen, se ha visto un aumento en el robo de vehículos, estafas a turistas e inseguridad en diversos puntos, no cabe duda que esta idea de mejora en seguridad simplemente atiende al discurso de una presencia policiaca y una suerte de estado de sitio, con sistemas como el Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad, conocido como C5, es que se ha podido mejorar en temas de seguridad.
Sin embargo esta idea de vigilar y mantener controlada a la población difiere del mensaje principal que la nueva líder morenista señala, la realidad es que no se están atendiendo las causas de la delincuencia en general, la desigualdad en México sigue creciendo a pesar de los esfuerzos por mejor en ciertos planos y esto tiene una raíz muy sencilla, el gobierno tanto de AMLO y próximamente el de Sheinbaum, ha sido incapaz de representar a la clase trabajadora que es quien los llevó a la victoria tanto en 2018 como ahora en 2024. Aún con el aumento salarial y los programas sociales no cabe duda que la atmósfera generalizada de crimen, informalidad y cero justicia cada vez es más grande, desde fenómenos virales de internet de los denominados “lords” o “ladys” hasta el cobro de piso a comerciantes y las luchas que se suscitan en negocios que rayan en la ilegalidad, son sólo ejemplos de una descomposición social que va más allá de poner cámaras en toda la ciudad para poder procesar penalmente a víctimas de un sistema que los orilla a la delincuencia.
Atender las causas de esta problemática implicaría desde un cambio en el discurso oficial, hasta algo impensable para el sistema político y económico mexicano, tal como tener una economía planeada, controlar al famoso libre mercado y establecer prestaciones y salarios para que la gente pueda tener una vida digna mediante un salario mínimo. Sin embargo las autoridades y gobiernos no realizan su principal función en ningún sentido.
Pongamos de ejemplo la vivienda o la adquisición de un vehículo, dos cuestiones que para la sociedad mexicana representan los mayores gastos y anhelos.
El mercado inmobiliario, mismo del que se benefició Claudia Sheinbaum mientras fue Jefa de Gobierno, únicamente obedece a una lógica capitalista extractivista y ecocida, las autoridades ya sea por corrupción o incompetencia permite que el mercado se “regule sólo” y no vemos que haya planes regionales, estatales o locales para asegurar que no se lucre con un derecho constitucional como lo es la vivienda, las grandes inmobiliarias únicamente buscan sacar la mayor ganancia sin dejar nada siquiera para sus empleados, quienes en su gran mayoría se encuentran en una precariedad laboral que depende de vender más casas sin un sueldo fijo o prestaciones donde sus grandes ingresos vienen únicamente de comisiones por los altos costos de la vivienda, la autoridad no regula la densidad poblacional en ciudades como CDMX donde se construyen edificios a diario en zonas donde antes había casas de pocos habitantes, los pocos espacios verdes y la periferia de la ciudad cada vez está más llena de vivienda raquítica y sin servicios, como transporte, seguridad, etc. El gobierno desatiende totalmente esta situación que sin duda genera un problema, por el desplazamiento de familias a la periferia, la quiebra de negocios que no pueden pagar rentas en zonas gentrificadas. Mismas causas que generan que la gente o termine viviendo en la calle o en el peor de los casos delinquiendo por esta falta de regulación.
Por otra parte la adquisición de vehículos es otro ejemplo de un mercado totalmente desregularizado, los créditos tiene tasas exageradamente altas y aún más para las personas que compran una gama baja, las condiciones de contratación son injustas para el comprador, las garantías en caso de fallo no se respetan en la mayoría de los casos y la autoridad es incapaz de obligar a los concesionarios a que respondan al usuario, la existencia de autopartes de repuesto es raquítica generando que un carro descompuesto pueda tardar hasta 6 meses en “reparación” únicamente esperando piezas, la autoridad tampoco regulan que las marcas ingresen con un stock de refacciones para atender esta demanda. Es un mercado que en caso de fraudes ilegales o legales, por parte de los concesionarios, pueden dejar a los clientes con deudas impagables, una vez más sucumbiendo a problemas sociales fuertes, dado que la adquisición de un vehículo representa el segundo gasto más fuerte para una familia después de una casa.
Estos son sólo dos ejemplos de una falta de gobierno que vigile a quienes generan los grandes problemas del país, en ciertos círculos siempre se señala a “los pobres” como el problema, siendo que quienes generan estos problemas de fondo es el gran capital, mismo que imponen leyes y promueven un gobierno que sea afín a sus intereses. Basta ver el libro de Viri Rios, donde con datos fuertes señala que los mexicanos pagan un sobreprecio en productos como: la fruta, el pan y los lácteos tienen los sobreprecios más altos del mercado con el 176%, 163% y 95%, respectivamente. Les siguen bienes como las verduras (30%), las tortillas (26%) y la transportación aérea (25%). Los bienes con menor sobreprecio son la carne procesada (2%) y las bebidas no alcohólicas (5%).
No tengo muchas dudas de que el gobierno de Sheinbaum desde inicio y por el antecedente que tiene en la ciudad será un gobierno totalmente aliado a los grandes intereses del capital, traicionando a la clase trabajadora que fue quien la llevó a la victoria, bastó su victoria para que los mercados le enviarán un mensaje fuerte por la incertidumbre que genera el tener mayoría calificada y pudiera afectar los intereses de las grandes empresas, mediante la creciente demanda por derechos laborales, programas sociales y la probable desaparición de contrapesos. Sin embargo esta tendencia al parecer no seguirá en la autodenominada 4T, basta ver el artículo del WSJ para poder predecir la tendencia de Sheinbaum para con el gran capital imperialista; si permitió entrada de inteligencia gringa a la CDMX, no podemos esperar que no entregue a la clase trabajadora a manos del capital.
El texto traducido es el siguiente:
El equipo de Sheinbaum trabajó con Estados Unidos cuando ella era alcaldesa de la Ciudad de México.
Hace dos años, la policía realizó la mayor incautación de co***na de su historia, confiscando 1.6 toneladas de ladrillos envueltos en plástico y estampados con logotipos falsos de Prada y Tesla. La incautación de $40 millones fue noticia, pero el eje central de la investigación se mantuvo en secreto: las fuerzas del orden de EE. UU. La redada de co***na se llevó a cabo con inteligencia de Homeland Security Investigations, dijeron funcionarios mexicanos y estadounidenses. Fue un claro ejemplo de cómo la nueva presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, construyó silenciosamente fuertes relaciones con las fuerzas del orden de EE. UU. durante cinco años como alcaldesa de la capital del país.
Adoptó un enfoque de ley y orden para abordar el crimen violento, aumentando el número y los salarios de los policías, y nombrando a un jefe de seguridad que trabajó estrechamente con las fuerzas del orden estadounidenses. El resultado fue una fuerte disminución de los asesinatos en la capital, un logro que Sheinbaum ha prometido replicar en todo el país.
Los grupos del crimen organizado controlan alrededor de un tercio del territorio del país, según el Pentágono, sembrando terror y matando a miles de personas. Los cárteles mexicanos también controlan el flujo de dr**as hacia EE. UU., alimentando una crisis de sobredosis y la inmigración ilegal, un tema prioritario para los votantes estadounidenses.
Sheinbaum ganó la presidencia por un amplio margen contra una coalición opositora el domingo. Las encuestas mostraron que la seguridad era la principal preocupación de los votantes. Funcionarios estadounidenses y mexicanos dijeron que su elección señala un posible cambio en las relaciones de México con agencias como Homeland Security. El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador complació a los presidentes Donald Trump y Joe Biden al bloquear la migración ilegal hacia EE. UU., pero restringió las actividades de los funcionarios de seguridad estadounidenses en México y criticó frecuentemente a la Administración de Control de Dr**as (DEA).
Fiel protegida del líder nacionalista saliente, Sheinbaum demostró independencia de López Obrador en temas de seguridad durante su tiempo como alcaldesa de la Ciudad de México. El gobierno de la ciudad tuvo una relación más dinámica con los funcionarios de seguridad de EE. UU. que cualquier otro gobierno estatal del país, dicen analistas y funcionarios estadounidenses.
Sheinbaum hizo de la lucha contra el crimen organizado un tema principal en la campaña, aunque no mencionó el trabajo de su administración con las fuerzas del orden de EE. UU., ya que también prometió continuar las políticas nacionalistas de su predecesor. Una portavoz de Sheinbaum dijo que, como alcaldesa, tuvo una buena relación con la Embajada de EE. UU., y que es probable que continúe cuando sea presidenta. En su discurso de victoria, Sheinbaum dijo que la relación con EE. UU. sería entre iguales. Funcionarios mexicanos y estadounidenses de alto nivel dicen que esperan que la coordinación de México con las fuerzas del orden de EE. UU. se fortalezca bajo Sheinbaum.
Si podrá replicar su éxito a nivel nacional es una pregunta abierta, dicen los analistas de seguridad. Funcionarios mexicanos y estadounidenses dicen que su jefe de policía durante la mayor parte de su tiempo como alcaldesa, Omar García Harfuch, proporcionó inteligencia a las fuerzas del orden de EE. UU. sobre objetivos de alto nivel y recibió información de EE. UU. a cambio. Dijo que cuando asumió como jefe de seguridad, la Ciudad de México estaba sumida en una ola de crimen marcada por una serie de secuestros y asesinatos de alto perfil. “Las cosas estaban muy mal”, dijo en una entrevista. Durante el tiempo de Sheinbaum en el cargo, el crimen violento en la Ciudad de México cayó un 58% mientras que los homicidios bajaron un 51%, según estadísticas del gobierno.
Como alcaldesa de la Ciudad de México, Sheinbaum se reunía con su equipo de seguridad a las 7 a.m. todos los días de la semana para revisar estadísticas e interrogar a los altos funcionarios de la policía sobre los puntos críticos del crimen, dicen personas familiarizadas con su trabajo. Cambió la ley para permitir que la policía local investigara el crimen, y contrató a más investigadores y analistas enfocados en los vecindarios más violentos. “Los salarios de la policía fueron la mayor inversión”, dijo Ramón Bernal, quien representa los intereses laborales de la policía en México.
Las autoridades mexicanas dicen que las ganancias de los envíos de dr**as alimentan el reclutamiento de miembros de pandillas en México y un próspero mercado negro de armas provenientes de EE. UU. En la agenda con EE. UU. está la identificación y captura de los líderes de las bandas de contrabando de fentanilo de México, dijeron funcionarios mexicanos. México quiere acabar con quienes dirigen las organizaciones más violentas. Alinear las prioridades de ambos países será un desafío clave para Sheinbaum, dijeron los funcionarios.
Como alcaldesa, Sheinbaum aumentó el número de cámaras de vigilancia en la Ciudad de México para mejorar las pruebas cuando los criminales son llevados a juicio. Muchos casos criminales se desmoronan en México por falta de pruebas. “Lo que queremos hacer es crear un sistema nacional de inteligencia e investigación”, dijo.
López Obrador creó una Guardia Nacional militarizada para reemplazar a la policía federal. El plan de seguridad de Sheinbaum contempla fortalecer la Guardia Nacional y desbaratar el flujo de armas y productos químicos precursores para dr**as sintéticas cruciales para las bandas de narcotraficantes. López Obrador enlistó al ejército y a leales con experiencia limitada en seguridad. Como alcaldesa, Sheinbaum contrató a veteranos de la policía y tecnócratas. Pablo Vázquez, el actual jefe de seguridad de la Ciudad de México, tiene una maestría de la London School of Economics e hizo estudios avanzados sobre crimen organizado en la Universidad de Catania en Sicilia.
https://www.wsj.com/world/americas/mexico-claudia-sheinbaum-organized-crime-us-assistance-a8e9d15c