07/11/2024
HECHOS 11
Pareciera que el capítulo 10 y 11 de Hechos relatarán casi lo mismo. Era muy importante para el Apóstol Pedro ante la pregunta que le hacen al enterarse de lo acontecido en la casa de Cornelio: “¿Por qué has entrado en casa de hombres incircuncisos, y has comido con ellos?” (Hechos 11:3). Es importante notar que esta pregunta la hacen los “que eran de la circuncisión”.
Entonces comenzó Pedro a contarles por orden lo sucedido, relatando lo que miró en visión, etc. La reacción de los que escucharon ese testimonio poderoso de Pedro fue: “Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios? Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida! (Hechos 11:17-18).
¿De qué forma un cristiano puede estorbar la obra de Dios?
Es triste y lamentable cuando las personas se bautizan escuchar expresiones de algunos creyentes como: Solo los están remojando, lo único que les importa es ganar un blanco de almas, pero sí esos ni preparados estaban, etc. Lo mejor que se puede hacer al ver los avances de la iglesia es orar por los proyectos misioneros, orar por los que van a buscar a los perdidos, orar por los líderes, guardar silencio y sobre todo involucrarse. Para que pueda haber un involucramiento sincero se necesita “estar lleno del Espíritu”. Hay que humillarse delante de Dios, pedir perdón si se ha mantenido una actitud semejante, suplicar la unción del Espíritu Santo, buscarlo y se recibirá.
En Antioquia la predicación del evangelio a los gentiles tuvo su mayor impacto. Los que habían sido dispersados después del apedreamiento de Esteban, se propusieron predicar solo a los judíos: “Hora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino solo a los judíos.” (Hechos 11:19).
Pero el Espíritu Santo sigue activo en la conducción de alcanzar a los gentiles: “Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús. Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor.” (Hechos 11:20-21).
“Y la mano del Señor estaba con ellos” Maravillosa descripción. Y se convirtió un gran número. Bernabé fue enviado para ayudar, este hombre era un, “varón bueno y lleno del Espíritu Santo y de fe” (Hechos 11:24). El éxito del Espíritu Santo a través de Bernabé fue notorio: “Una gran multitud fue agregada al Señor” (Hechos 11:24). Luego, invitó a Pablo, desde Tarso, donde estaba, y durante un año enseñaron juntos en Antioquía. Elena G de White menciona al respecto:
“La obra de Bernabé en Antioquía fue copiosamente bendecida y aumentó allí muchísimo el número de fieles. Al prosperar la obra, sintió Bernabé la necesidad de ayuda conveniente a fin de avanzar por las puertas abiertas por la providencia de Dios; y así se fue a Tarso en busca de Pablo quien, después de salir de Jerusalén algún tiempo antes, había estado trabajando en las comarcas de “Siria y de Cilicia,” anunciando “la fe que en otro tiempo destruía.” Gálatas 1:21, 23. Bernabé encontró a Pablo y le persuadió a que volviese con él como su compañero en el ministerio.” Hechos de los Apóstoles, pág.,127.
El Espíritu Santo todavía se encuentra presente en este mundo y desea encontrar cristianos dispuestos a ser utilizados plenamente por él. Es tiempo de orar e involucrarse en el cumplimiento de la misión, es tiempo de romper con formalismos y tradiciones religiosas y predicar a Cristo crucificado, resucitado y pronto a venir. Que nadie estorbe la obra de Dios.
Es tiempo de formar equipo con algún hermano (a), parejas misioneras. Y ser testigos de cómo Dios multiplica los esfuerzos evangelísticos y las almas se unen al pueblo de Dios.
Dios te bendiga.