06/06/2024
𝗥𝗲𝗹𝗮𝘁𝗼 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝗹 🤭🤳🎬
Tenía tan solo cuatro meses en AP cuando la SEO de la empresa me propuso hacer un directo por Instagram. Sin pensarlo dos veces, le dije que sí.
Nunca había hecho un directo y mucho menos había hablado frente a una cámara.
Además ella me pidió que anunciara el directo en mi cuenta de Instagram, hablando en una historia. Bueno, le dije que sí como si supiera hacerlo.
Busqué el lugar de mi casa que fuera más apropiado para hacer la historia sin tanto ruido externo.
Luego inicié la grabación. Las manos me sudaban, las palabras no me salían y cuando le daba al botón de iniciar, mi mente se quedaba en blanco. Así estuve con varios intentos hasta que pude gesticular mi primera palabra, pero no fue suficiente.
Tenía que decir algo muy corto, como esto:
“Hola, soy Rut Moreno de AP Social Media Jerusalén, y te invito a que me acompañes hoy a un directo que tendremos en la cuenta de AP Social Media. Será a las 8 de la noche, hora de Israel, y 7, hora de España. ¡Te esperamos!”
Fue muy difícil; duré más de dos horas tratando de grabar la historia. Miraba el reloj y me quedaba muy poco tiempo para ir a recoger a mi hijo del jardín.
Tomé un último impulso y como pude, invité a todos a estar en el directo. Publiqué la historia en Instagram, etiqueté la cuenta de y también se compartió en esa cuenta. Tenía mucha vergüenza, pero ya era tarde, ya se había publicado.
Les confieso algo: desde entonces, empecé a perder el miedo a hablar frente a la cámara. Seguí practicando, sin subir el contenido, sólo practicaba, y notaba que cada vez era más fluido y no se me trababa la lengua como al principio. Hoy me río, me felicitó y me agradezco por haber dado ese paso y no permitir que mi mente me saboteara en ese momento.
Este primer paso fue crucial. Ahora, cada vez que me enfrento a un nuevo desafío, recuerdo ese momento y cómo lo superé. Me doy cuenta de que, a veces, el mayor obstáculo está en nuestra propia mente se qué con perseverancia y práctica, podemos superarlo.
¿Te ha pasado lo mismo?