12/12/2017
Hoy un breve apunte acerca de abordar confidencias.
Compartir confidencias acerca de tu forma de vida con alguien que no es receptivo conduce a la decepción y el desgaste.
Mejor no perder el tiempo.
Si insistes en ello, muy probablemente, la dificultad exista en ti que buscas ser entendido frente a las barreras comprensivas del otro que no te ve, por ignorancia, o no te quiere ver, por miedo.
En ambos casos, la tolerancia es la respuesta.
Para ser receptivos debe existir una completa comunión entre las personas. Un encuentro sincero y auténtico entre ellas.
Donde la mente ha sido despejada de todo juicio y permite el acceso a la influencia del corazón.
Donde cada uno puede entrar de forma natural en el espacio del otro y comprenderse mutuamente.
Mientras tanto, concedemos espacio y nos retiramos con moderación. Hasta alcanzar esa zona de equilibrio donde la comunicación y el entendimiento con el otro es posible.
Hoy un breve apunte acerca de abordar confidencias.
Compartir confidencias acerca de tu vida (experiencias, pensamientos) con alguien que no es receptivo conduce a la decepción y el desgaste.
Mejor no perder el tiempo.
Si insistes en ello, muy probablemente, la dificultad exista en ti que buscas ser entendido frente a las barreras comprensivas del otro que no te ve, por ignorancia, o no te quiere ver, por miedo.
En ambos casos, la tolerancia es la respuesta.
Para ser receptivos debe existir una completa comunión entre las personas. Un encuentro sincero y auténtico entre ellas.
Donde la mente ha sido despejada de todo juicio y permite el acceso a la influencia del corazón.
Donde cada uno puede entrar de forma natural en el espacio del otro y comprenderse mutuamente.
Mientras tanto, concedemos espacio y nos retiramos con moderación. Hasta alcanzar esa zona de equilibrio donde la comunicación y el entendimiento con el otro es posible.