11/11/2024
Qué lujo de lectora para «Legado», de , la gran
with .repost
・・・
“El verdadero terror son los pensamientos” escribe Márquez y para Grabiel, el protagonista de esta novela al, esos pensamientos se amontonan alrededor de síntomas, pruebas médicas, posibles enfermedades y la plausible muerte. Es un ruido interno constante el que sufre Grabiel. (Tan bien narrado, tan bien descrito que te metes en esa misma cabeza obsesiva y enferma). La hipocondría es una enfermedad crónica. Es una obsesión de la que es casi imposible salir.
Pero, ¿qué sucede cuando la muerte llega? Porque llega, eso lo sabemos todos. ¿Qué sucede cuando el enfermo y difunto es un ser querido, un padre? Cuando nada de todas esas medidas preventivas, todas esas pruebas, todas esas búsquedas en internet sobre un síntoma u otro no sirven de nada. Hay un legado, un lección de vida que le regala su padre. La forma tan opuesta a cómo enfrentarse a la enfermedad, la manera de vivir(la). Lo escribe: “Mi nombre fue su primer legado. El último:.”
Admito que soy bastante intolerante con la hipocondría y tiendo a ser borde con ese “ay, tengo aquí una mancha” de una de mis hermanas o el dramatismo en los síntomas de mi madre y, desgraciadamente, como un imán atraigo a amigas (en plural) con diferentes niveles de hipocondría. Yo soy todo lo contrario. Soy del bando del padre de Grabiel. Así que leer Legado ha sido un ejercicio catártico de empatía. Al leer las idas y venidas de Grabiel una ha sido capaz de ponerse en su lugar, de sentir la ansiedad del protagonista, de verlo como la enfermedad que es. (Lo que es todo un logro en mi caso.)