13/08/2024
Diario HOY. Sección 'Cartas a la directora'. 13/08/2024
El castillo de Alburquerque
Conocí Alburquerque de la mano de Pedro Cordero Alvarado, que había escrito el libro ‘Alburquerque en sus escudos y monumentos’, de quien lo imprimió, Cipriano Sánchez, y de un académico e intelectual de Jerez de los Caballeros, Feliciano Correa. Con un plantel de guías de lujo, me enamoró desde el primer momento. Y también nos acompañó el joven Eduardo Maya, que hoy es quien guía por el pueblo y el castillo, junto con Mónica.
Me recordaron su rica historia y patrimonio, desde los asentamientos prehistóricos, los restos de pueblos prerromanos, los romanos, la población de Albacuercus, a los árabes que construyen el castillo roquero, la conquista por Alfonso IX de León que encarga su defensa a Alonso Téllez de Meneses, la boda del portugués Alfonso Sánchez con Teresa de Meneses, a Juan Alfonso de Meneses, importante personaje con Alfonso XI y Pedro I. De cómo Enrique II lo cede a don Sancho, conde de Alburquerque que casa con Beatriz de Portugal, hija de Pedro I e Inés de Castro. Hasta 1445 en que Juan II lo cede a su valido Don Álvaro de Luna. En 1464 pasa a ser de don Beltrán de la Cueva, Duque de Alburquerque. En el siglo XVII lo atacan las tropas portuguesas. En tiempos de Felipe V, de 1705 a 1715 pasa de nuevo a manos portuguesas y en 1810 sufre la invasión de las tropas napoleónicas. Y por fin, en 1932, es declarado Monumento Nacional, con la Villa Adentro. La Junta lo declara conjunto histórico en 1998.
Pues a pesar de su rico patrimonio y su importante historia, cuando visité el castillo hace unos meses se me cayó el alma a los pies: se presenta como una obra a medias, donde el hormigón eclipsa el valor de una construcción tan importante, con partes no visitables por su estado ruinoso. Es para denunciar a quien lo dejó así y a quien no lo ha remediado desde entonces. Pienso que, por su situación geográfica, por sus maravillosas vistas, por lo acontecido aquí a lo largo de los siglos y por su fuerte estructura, debería terminarse la restauración para instalar en él una Fundación para el Desarrollo de Extremadura y el Alentejo con fondos europeos transfronterizos, pues fue portugués y español en distintas épocas. Cipriano, CISAN, me pidió una guía «como la de Cáceres» y ahora es el Ayuntamiento quien quiere publicarla para el turismo. Merece la pena.
ANTONIO BUENO FLORES. CÁCERES