31/01/2025
| Le invitamos a leer el artículo titulado, "𝗘𝗟 𝗦𝗜𝗟𝗘𝗡𝗖𝗜𝗢 𝗗𝗘 𝗟𝗢𝗦 𝗜𝗡𝗢𝗖𝗘𝗡𝗧𝗘𝗦" , escrito por NATHALIE AGUILERA, comunicadora social.👇🏻👇🏻👇🏻
En Rusia 1957, una perrita de tres años, fue recogida de la calle, alimentada y nombrada Laika, después de varios estudios, el animal que mostraba ser amigable y estar agradecida por al fin tener una vida feliz, comida y abrigo, el 3 de noviembre de ese año fue lanzada al espacio en el satélite artificial Sputnik 2 y se convirtió en el primer ser viviente en cursar el espacio exterior.
Laika murió en el vuelo, pocas horas después de despegar, se quemó de la manera más terrorífica producto del sobrecalentamiento de la nave espacia convirtiéndose tambiénen el primer ser viviente en morir en órbita terrestre.
Durante cuarenta y cinco años, hasta 2002, las autoridades rusas, mantuvieron en secreto las verdaderas causas de la muerte de la perrita. Mintieron cuando informaron que había sobrevivido seis días en órbita y luego se había quedado sin oxígeno y mintieron luego cuando informaron que la habían sometido a eutanasia antes de que se quedara sin oxígeno.
En realidad, Laika será recordada por siempre como un perro que se sacrificó para competir con los Estados Unidos en la batalla por llegar a la luna, pero ¿de qué sirvió? los científicos sabían que la enviaban a un sacrificio seguro, pero igual pusieron en órbita al animal que no podía defenderse, que meneaba su cola cada vez que se le acercaban y que jamás podría contarles lo fatídico del viaje o lo complejo que fue ver la tierra desde el espacio mientras se quemaba. Todo fue un experimento como quemar hormigas con una lupa bajo el sol.
En fin, Laika es un intento más por probar la superioridad del hombre en la tierra, que puede dominar otros planetas, ganar guerras, y que tiene poder sobre toda la naturaleza, y como dice el grupo Español Mecano: “en la tierra hay un perro menos y en el cielo una estrella más”.
Esta columna no es para hablar de los viajes al espacio o las conquistas humanas, es para esos seres inocentes que son parte de la naturaleza, que adornan el planeta y nos acompañan a pesar de nuestro uso y abuso, del maltrato, crueldad y maldad.
Porque aunque han pasado años desde que se calcinó a un animal inocente en nombre de la supuesta ciencia, hoy se usa y abusa de los animales a diario y a cada instante, lo hacen las grandes industrias que nos venden cremas anti envejecimiento, maquillajes, sombras y desodorantes, los estáusando actualmente Elon Mosk para desarrollar un microchip que pueda ser insertado en nuestros cerebros, los usa tu vecino que pone a reproducir perros para ganarse 500 dólares con cada cría y los usamos cuando compramos un perro como juguete para un niño de dos años.
Y lo peor de todo es que vemos con tranquilidad y somos cómplices de una mafia imparable.
Para conocimiento general solo en la empresa de Mosk se han sacrificado ya unos 1.500 animales, entre ellos más de 280 ovejas, cerdos y monos desde 2018.
Y la realidad es que llevamos miles de años experimentando con animales. A finales del siglo XIX Louis Pasteur recurrió a ovejas para demostrar su teoría de los gérmenes. En la misma época Robert Koch recurría a ratones y conejillos de indias para desarrollar tratamientos contra la tuberculosis, entre otras enfermedades. La penicilina también está vinculada profundamente con los ensayos animales. La insulina, utilizada por diabéticos en todo el mundo, se aisló por primera vez en perros. Más cerca en el tiempo, en los años 70, se desarrollaron tratamientos con antibióticos y vacunas para la lepra utilizando armadillos.
Y claro que sí, todos estos avances nos han permitido que llevemos mejores vidas, que la gente pueda seguir viviendo más, que el humano siga siendo la cabeza de la cadena alimenticia. Pero ahora que la gente tiene inteligencia artificial hasta para no sentirse solo porque no consigue pareja, ¿en serio no pueden reemplazar estas pruebas que tanto daño hacen al mundo?
Porque el maltrato animal es un factor que predispone a la violencia social y, al mismo tiempo, una consecuencia de la misma.
Nos asombramos de la gente que es violenta en la calle, que ataca, asesina y viola, pero en nuestro país normalizan que la primera vez de los adolescentes del campo sea con una mula.
Hace una semana los escalofríos recorrieron el cuerpo de gran parte de la sociedad latacungueña, al leer la noticia de una mujer que ahorcó a tres perros de la manera más sangrienta y cruel delante de su hijo pequeño. Hasta el momento se ha establecido que la mujer debe cancelar una multa económica, lo que también se está considerando por su situación económica.
Yo me pregunto ¿eso es todo?, ¿una multa va hacer que esta mujer pague por este delito?, ¿es lógico que una persona que es capaz de matar así a tres animales siga cuidando a un niño?
¿Qué se hace con el dinero de esa multa?, ¿repara en algo la realidad de perros callejeros de Latacunga o solo servirá para hacer más gordas las arcas municipales?, En fin, el problema en lugar de mejorar parece empeorar cada día y si no me creedese una vuelta por san Felipe o Zumbalica.
¿Qué clase de educación recibe nuestra sociedad sobre lo que está bien y mal en el trato y explotación a los animales?
A diario se ve en Facebook, en panfletos y en veterinarias, como se pone a la venta cachorros de razas para que la gente los compre sin ningún control.
Y para su información se calcula según el último censo poblacional que el 50% de hogares tienen animales considerados de compañía y, gran parte de ellos han salido de tiendas de animales, de criaderos en casas, terrazas y casas abandonadas.
Tristemente, gran parte de los animales comprados suelen acabar abandonados al poco tiempo, sin haber sido esterilizados y, en muchas ocasiones, con enfermedades contagiosas.
Aún es totalmente legal vender cachorros en las tiendas de animales, mientras en la calle los perros se mueren de hambre, atropellados, buscando un refugio.
En los criaderos, las perritas madres se tienen en jaulas pequeñas, en naves sin luz natural, son violadas durante la etapa de celo, tienen condiciones de higiene nulas, casi no son alimentadas, y se les quita sus cachorros durante el primer mes, lo que produce la muerte de muchos por enfermedades como el coronavirus, parvovirus o rabia. Cuando las perritas ya no les sirven para su negocio redondo, las arrojan a la calle para que mueran buscando comida, completamente débiles, con mastitis, con el útero destruido.
Nadie hace nada ante esto, cada vez es más normal que las personas con menos intelecto y educación vayan a una veterinaria para comprar un perro y sentirse de alcurnia por hacerlo.
Es normal que compren perros como regalo de navidad y cumpleaños y cuando por milagro de la naturaleza se dan cuenta que un perro requiere paseos, comida, atención, y hace c**a, ya no lo quieren, lo encierran, lo olvidan, lo odian, en algunos casos los dejan morir y en otros los regalan, o abandonan.
Es tan común ver a perros que son mascotas de niños que los maltratan, que los tratan peor que a un juguete, que los estresan, y los padres se ríen, socapando esta conducta, desaprovechando completamente la oportunidad de enseñarlesuna lección de responsabilidad de empatía, de verdadera amistad.
Esto solo es el reflejo de nuestra decadencia como sociedad, porque nos hemos vuelto superficiales, indolentes, usamos a los animales, las cosas y las personas a nuestro antojo, para satisfacer un instante de ego, para lucir mejor, para entrar en la tendencia, en un grupo social.
Por eso mis queridos lectores les informo que comprar perros y gatos es ser parte de la violencia animal, de la explotación, es cruel, es malo, es cáncer.
Porque la violencia es un acto intencional que puede ser recurrente y cíclico, dirigido a dominar, controlar, agredir o lastimar a otros. Casi siempre es ejercida por las personas de mayor jerarquía, es decir, las que tienen el poder en una relación, pero también se puede ejercer sobre objetos, animales o contra sí mismo.
El maltrato hacia los animales es tolerado por aquellos que lo observan; se minimizan sus causas y sus efectos, y los padres, maestros y municipios que no dan importancia al abuso animal en realidad incuban una bomba de tiempo.
Los animales son criaturas que supuestamente se encuentran en un nivel de inferioridad dentro de la escala evolutiva; esto nos hace responsables de su bienestar, ya que tener supremacía lleva consigo una obligación, una responsabilidad, que es la de cumplir como guardián de las especies inferiores en términos intelectuales.
Y ojo porque la violencia hacia los animales nos puede servir como detector y señal de alerta hacia la violencia intrafamiliar, ya que la crueldad hacia los animales y la violencia humana tienen una relación directa. Debemos saber que los niños que maltratan a sus animales de compañía pueden ser testigos de actos crueles contra seres humanos o ellos mismos y una persona que mate a un perro o un gato, es un signo grave de alerta.
Porque una persona que usa y abusa de un animal no siente empatía hacia otros seres vivos y tiene mayor riesgo de generar violencia hacia otras personas.
Reflexionemos sobre esto: si usted no quiere tener un perro y llevar todo lo que involucra: tiempo, cuidado, atención, cariñoy responsabilidad para siempre, no lo tenga, eso no lo hace una mala persona.
Al contrario, si usted necesita comprar un perro en lugar de adoptarlo o rescatarlo, porque quiere que sea pequeño, porque quiere que sea un juguete para su hijo, porque quiere que tenga más pedigree que usted, tener fotos con él y decir que es animalista, no lo haga, eso si lo hace una pésima persona.
Una mascota es mucho más que eso, corríjase y corrija a los que le rodean, enséñenles que el uso y abuso de animales es algo que tiene nuestro mundo atascado en este ciclo de violencia, caso contrario el caso de Laika se repetirá sin cesar, y cada vez habrá miles y miles de animales que solo llegan a la tierra a sufrir, que son objeto de luchas inservibles, seremos una nave cargada de ego, que viaja a un destino vacío y calcinado.
“La idea que algunas vidas importan menos que otras es la raíz de todo lo que está mal en el mundo.”
Paul Farmer