19/03/2022
Un día como hoy, hace, 40 años, moría Randall William "Randy" Rhoads. Un absurdo accidente de aviación, aquél 19 de Marzo de 1982, se apagaba una estrella que había llegado de la mano del inefable Ozzy Osbourne y que con apenas dos discos, no solo había resucitado la carrera del ex Sabbath, sino que automáticamente, pasaba a convertirse en un referente atemporal a la hora de hablar de la guitarra.
Dueño de un estilo único, discípulo del estilo más clásico a la hora de empuñar una viola, supo desplegar melodías maravillosas en apenas un puñado de canciones que lo elevaron al púlpito más alto. Hablar de Crazy Train, Me. Crowley, Steal Away, Goodbye To Romance, Diary Of A Madman, Tonight, Over The Mountain, es hablar de clásicos, que a casi 40 años de su aparición, conmueven y emocionan como el primer día.
Sin dudas estamos ante una leyenda de absoluta vigencia a la hora de hablar de las seis cuerdas, considerado como uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos, gracias a una técnica tan original dio lugar a otros estilos, por ejemplo se le considera el auténtico pionero del Metal neoclásico. Un músico cuyo techo no tenía limites, y que seguramente hubiera ampliado su espectro artístico a otras vertientes.
A pesar de lo fugaz de su presencia, quedaron los sonidos, los arpegios melodiosos, la furia de sus riffs, que nos marcaron a todos los que amamos esta música.
Valga entonces el recuerdo a Randy Rhoads, cuya vigencia , hace que el olvido no tenga lugar en su historia.