13/07/2023
LA CIUDAD DE LOS MUCHACHOS
■ La atención a los menores de edad con problemas en la formación de su personalidad era una de las preocupaciones de la Primera Dama de la Nación, la culta y abnegada cónyuge del Dr. José María Velasco Ibarra, doña Corina del Parral, quien sugirió que la atención en las casas correccionales, denominadas Hogares de Trabajo, debía encomendarse a la Iglesia Católica.
El Primer Mandatario convocó a los Obispos de la Arquidiócesis de Quito para que con la asistencia del Estado asuman la responsabilidad de la reeducación de los niños y adolescentes del país, quienes crecían en deplorables condiciones.
Monseñor Ángel Barbisotti, quien concurrió a la reunión, expresó que ese era uno de sus anhelos y que para ello se encontraba gestionando ayuda en el Exterior con la finalidad de adquirir una granja y prestar guía y asistencia a los llamados "chicos difíciles".
Él había conocido en los Estados Unidos las ciudades de los muchachos organizadas por el Padre Flenegan y que habían dado excelentes resultados.
El 11 de febrero de 1961, el Obispo Barbisotti, recibió la visita de la señorita Ana María Velasco Ibarra, Directora Nacional de Hogares de Trabajo, que inspeccionó el Hogar de Trabajo Nº 3, el cual funcionaba en la desarmada casa de la antigua estación del inalámbrico.
Alarmada por el estado de descomposición moral en el cual se hallaban los internos, decidió clausurar el local y solicitó al Obispo que asuma la responsabilidad de protegerlos mientras se tramitaba un convenio definitivo. Barbisotti aceptó.
El 13 de abril de 1961, el Consejo del Estado (equivale a Tribunal Constitucional) aprobó la decisión gubernamental y el 23 de mayo se firmó el contrato con la Misión Comboniana.
La inoperancia de la burocracia, la limitada ayuda estatal obligaron al Obispo a recurrir a sus amigos de los Estados Unidos, para obtener los medios para construir la infraestructura necesaria.
Entre tanto, el Padre Pino Mariani, jovial y entusiasta, fue encargado de la Dirección de la Escuela de Reeducación que comenzó a funcionar provisionalmente. El Padre José Richieri, culto y abnegado sacerdote, asumió las funciones de director espiritual de los alumnos, a quienes el Hermano Vicente Panice les enseñaba carpintería en un improvisado taller.
El trato afectuoso que recibían los niños y adolescentes, la importancia que se le daba a cada uno de ellos y a sus dificultades motivaron cambios positivos en su personalidad.
El 27 de septiembre 1961, se adquirió a Francisco Pita Mendoza, la finca ubicada en la vía Atacames.
En la rivera del Teaone se construyó una plataforma para una bomba de agua, la cual facilitó la instalación de una fábrica de bloques de cemento para construir: la casas familiares, un pabellón para la administración, aulas para una escuela y sus respectivos talleres. Sin el Padre Pino Mariani y el Hermano Vicente Panice jamás se hubiera realizado la monumental obra, que fue inaugurada el 11 de agosto de 1962 con la presencia del Ministro de Previsión Social, el Embajador de Italia, el Alcalde de Quito, el Obispo Bernardino Echeverría, el Presidente de la Junta Nacional de la Vivienda, las autoridades de Esmeraldas, quienes quedaron impresionados por la calidad de las obras, los talleres para elaborar pan y fideo, la biblioteca y los sitios de esparcimiento.
Pero lo que más les sorprendió fue encontrar niños y adolescentes saludables, quienes habían aprendido a sonreír.
Muchas son las obras que ha realizado la Misión Comboniana en beneficio de Esmeraldas, pero la Ciudad de los Muchachos se encuentra entre las principales y es y será imperecedera.
Luego se construyeron el Salón de Actos, bodegas, una nueva cocina, se instalaron equipos en los talleres de carpintería, mecánica y artes gráficas, en los cuales se fueron formando numerosos prácticos, quienes con facilidad encontraron trabajo en la urbe y diferentes lugares del país.
Llegaron colaboraciones de diferentes sitios y entre ellas se destacó la de la Embajada de los Países Bajos, que donó los potabilizadores de agua.
Se prepararon los terrenos para los sembríos de arroz y maíz que permitieron abastecer a la Ciudad de los Muchachos y las Casas Asistenciales mantenidas por la Misión.
Luego del lamentable fallecimiento del Obispo Ángel Barbissotti uno de los personajes más notables en la historia de Esmeraldas, la Ciudad de los Muchachos siguió creciendo. En ella quedaron los esfuerzos de Pino Mariani, José Richieri y Vicente Panice. Luego vendría la labor del extraordinario Padre Lino Campesán, un esforzado apóstol que asumió la dirección en 1.978 y murió trágicamente, cuando se resbaló del techo de una casa que estaba reparando.
Que todos aprendan o desarrollen un oficio o vocación, fue y es el objetivo del colegio Técnico Fisco misional Ángel Barbissotti o Ciudad de los Muchachos, beneficio que fue bien aprovechado por el delantero de la selección del Ecuador, Carlos Tenorio Medina.
Él fue uno de los tantos jóvenes rebeldes que fueron parte del internado Ciudad de los Muchachos, el que gracias a su talento por el fútbol se hizo acreedor a su primer zapato de fútbol.
Así como “El Demoledor” como se lo conoce en el mundo del fútbol, un sinnúmero de jóvenes de entre 11 y 18 años fueron parte del internado que dejó de funcionar desde el año 2000, por entre otros motivos la contaminación y riesgo al que están expuestos por estar junto a la Refinería.
OFICIOS PARA LA VIDA
Durante la permanencia en el lugar, que fue iniciativa del primer obispo de Esmeraldas, Ángel Barbissotti, hace 58 años, a los jóvenes que en su totalidad eran de escasos recursos económicos, se les enseñaba oficios para la vida.
Mecánica Industrial, Artes Gráfica (imprenta), Agricultura, Electricidad y Carpintería, fueron las prácticas que desarrollaban los adolescentes, conocimientos fusionados con los principios éticos y cristianos, de ahí lo de entidad Fisco misional.
INAUGURA SU NUEVA EDIFICACIÓN
Desde el año 2000 pasó a ser semi - interno hasta agosto de 2006 que inauguró su nueva edificación en la Isla Piedad, ribera del Esmeraldas, donde se mantienen las especialidades originales pero aliadas con los avances tecnológicos.
Luego se inauguró el taller de acabados de madera, al que se suman los actuales de Mecánica y Electricidad.
©️Esmeraldas del Ayer