Los de la Bajura

Los de la Bajura HACEMOS CULTURA Todos los días, al ser las 5 p.m. Los de la Bajura suben al escenario de la Zona Criolla, lo hacen de nuevo a las 8 p.m. y a las 9:30 p.m.

LA Zona Criolla nació en el año 2009, a falta de un lugar en las Fiestas Típicas Nacionales de Santa Cruz, Guanacaste, dónde se pudiera bailar con una orquesta, la mayoría de los bares sólo tenían música grabada. La Zona Criolla es un concepto bien amplio, dónde nuestro mercado meta es la gente mayor a los treinta años, cuenta con restauramte de comida criolla, bar, tienda de souvenirs, música en

vivo. da inicio el baile con La Orquesta Peseteao. Manejamos un volumen adecuado, de manera que usted pueda conversar con los amigos que se encuentra en las famosas fiestas de Santa Cruz. También contamos con circuito cerrado de trelevisión, así usted no se perderá las incidencias de las montaderas de toros.

12/10/2024

VIERNES DE COMEDIA con Leka Angulo

12/10/2024

MUKAS LIFE con Allan Marrochi & Oscar Solano

11/10/2024

ENTRE CAMAGUA & ELOTE con Nano Rosales

11/10/2024

NUESTRAS ORQUESTAS con Balo Gómez

11/10/2024

LA CAFETERA con Freiman Zuñiga

10/10/2024

Hoy Facebook me recordó esta talla, me he reido como estúpido, ahi se las dejo para que gocen

ALEPATE
Pues ayer me fui a Santa Rosa de Pocosol en San Carlos a cumplir con una presentación, de ida me fui por Upala, el día se tornaba lluvioso, así que no me dejó ver la imponencia de la cordillera de Guanacaste, luego cogí el camino hacia Guatuso, sus llanuras son simplemente fascinantes, cuando llegué al Tanque me desvié hacia Muelle y de ahí a Santa Rosa, me encanta esa zona, la veo tan llena de vida gracias al favor que le hace el Volcán Arenal.
Hoy por la mañana decidí coger la otra ruta que sería rodeando el lago del Arenal hasta llegar a Tilarán, ahí me di cuenta el porqué del sabroso clima Tilaranense, tiene unos grandes abanicones que pasan soplando día y noche.
Pero la historia que quería contarles, y con la cual casi me atraganto con el gallo pinto, es que de camino siempre ando viendo donde se parquean los camioneros, porque donde se parquean esos carajos, definitivamente hay buena comida y a un buen precio, así que en la primera piña de furgones que vi, me zampé a desayunar.
Sentado en una mesa de aquella sodita con aires de amistad, me encontré a “Alepate”, un juep**a de marca mayor que había conocido hace muchos años ya, Alepate es de la zona de Oreamuno de Cartago, habla sin parar y maneja un humor bien fino; en cuanto me vio de una vez largó su saludo, “Balito Gómez mi hermano, que gusto verlo chito”, me saludó efusivamente en su llano léxico de campesino de la tierra de las brumas, seguidamente y sin dejarme hablar, me jaló la silla y me invitó a desayunar.
Alepate era una metralladora, en cuestión de diez minutos me hizo un recuento de su vida desde los años noventa que fue cuando lo conocí como bailarín de un grupo de danza en San José, y luego de eso, empezó su fascinante historia que trataré de poner en el papel con lujo de detalle y acento incluido.
Pues resulta ser que Alepate se hizo de una novia menor que El, fogosa la muchacha, le gustan los deportes extremos en cuanto a s**o se refiere, y Alepate, pues la complace y se somete a todo lo que Ella le quiere hacer, y ahí fue, donde torció el rabo la chancha; “sia tonto Balito”, me dice iniciando su relato, “no ve que la guila se pone toa saicaaaa, y un día cuando me doy cuenta Balito, me tiene esposao a la cama, sia tonto, me apretó de a hombre los grilletes Balito, pero yo me dejé a ver que es la vara”; le veo la cara a Alepate, tengo ganas de reírme pues me lo imagino desn**o y esposado a la cama, pero no digo nada para no interrumpir su relato, y que más, le dijo, “que más?, “sia tonto chito, la guila empieza a bajar y a bajar y a besar y a ch**ar y la guila está breteando como las grandes chitico”; a esas alturas del relato, Alepate tiene a todos los comensales en vilo con semejante relato ### que lleva a cabo, pero de nuevo nadie lo interrumpe, yo estoy un poco traumado pues Alepate no es de buen ver, y me lo estoy imaginando desn**o y con esa panza birrera de camionero Centroamericano, tomo un sorbo de café pa bajarme el susto y lo vuelvo a socar, bueno y qué?, le digo, “pere chito, que viene lo bueno”, me dice, se echa a la boca un gran bocado de gallo pinto y sigue su relato mientras le veo como el gallo pinto va siendo triturado por sus mandíbulas, “la vara es Balito que la guila sigue breteando y sias tonto chitico, estoy sintiendo la muerte, y baja y baja y yo me dejo, pero en eso voy sintiendo un lengüetazo en el puro NIES chitico, ahí si que me revelé y volé las patas y toa la vara porque primero mu**to que mal herido chito, y no ve que la guila estaba preparada, se me sienta en el pecho y me va metiendo un par de pichazos chito como quien dice, cálmese cochinada, se baja de la cama Balito, va al bolso y saca otro par de esposas y me amarra de las patas, sia tonto Balito, yo me sentía como Jesucristo, todo crucificado ahí en la cama, entonces dije, La Virgen de los Angeles me acompañe, aquí me llevó p**a”; para ese momento del realto, Alepate tiene a todo el mundo cagado de la risa en la soda, yo no lo dejo que se distraiga y lo vuelvo a socar, y entonces qué?, le dije, te llevó p**as?, “pere Balito”, me dice, “la guila sigue chupando y hace conmigo lo que le da la gana, viera chito que ya hasta estaba sintiendo rico, pero vuelve a ir al bolso chito, y saca un juep**a consolador como del tamaño del negro del GUASAP, y chito, ahí si me puse blanco del susto, ella me lo paseaba por el culito y yo pensaba, ay Dios mío, líbrame de esta juep**a loca y te prometo que todos los domingos voy a misa”; para ese momento ya no aguantaba la panza de reirme, había volado medio gallo pinto y tenía las lágrimas de fuera de reírme de Alepate, pero vuelvo a la carga y lo socó, PERO Y QUE?, “ay chitico, viera que cosa más fea por Tatica Dios, cuando me lo arrimaba yo le suplicaba, salivita mi amor, bastante salivita por favor, no sea grosera vea que yo la trato bien, y ese diablo Balito me tenía martirizado, me lo paseaba y me lo rozaba y yo solo pensaba, a que hora me va a ensartar este diablo”; a una salonera se le cayeron los platos de reírse y aquello era el juicio con la talla de Alepate, cuando al fin agarré juelgode tanto reirme, le digo, Y QUEEEEEE?, TE ENSARTARON?, no Balito, me dice, pero nunca había estado tan asustado en mi vida.
Gracias Alepate, hace mucho tiempo no me reía como hoy en la mañana, un abrazo mi hermano.

10/10/2024

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08/10/2024

Los de la Bajura, ciudad de Guatemala, 1991, andaban de refuerzo Juvenal Chavarria Chuve Santa Cruz y Juanchi Carmona, QdDg. Foto cortesía de Juvenal Chavarria. PD. Beto Rigo Tablada solo tenia 16 años

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05/10/2024

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04/10/2024

HASTA EL TRONCO
Pues esta talla es de esas cosas enredadas que suelen suceder en ese ir y venir por la vida, en realidad no se de quien se trata la historia, si de la “Caleca”, que es con quien termina la talla, o si de la negra “Filomena” que fue a quien le conté la cortísima historia, no me quiero desviar del tema, pero es que la Filomena me llama la atención enormemente, no porque me guste como mujer sino por su hablar acelerado y su risa escandalosa, por otro lado está La Caleca que a ciencia cierta no supe nunca cómo se llamó, y digo se llamó porque ya está finada, sólo sé que a su marido le decían Caleco, y de ahí que a ella la llamaban Caleca, pero no deja de ser parte importante en la historia La Filomena, que en una noche de tragos, y debido a su insistencia me fui a tomar unos tragos con ella, yo en verdad no quería mandarme las birras esa noche, pues temprano me fui con la Gertrudis, una vecina mía que tiene unas protuberancias maravillosas y unas caderas que cuando camina me llevan por los caminos del pecado aunque nunca en mi vida he pecado con ella, aunque debo aceptar que quisiera volverme un pecador insigne y que me quemen en los infiernos del delirio si por estar con ella me lo mereciera, y no quería tomar esa noche con la Filomena porque con la Gertrudis me mandé una juep**a pata e chancho que me tenía con una agrura que cada vez que me volaba un p**o sentía un fogonazo en los bóxer de Dios y señor mío, y llegué a mi casa con el n**o de la mortadela maltratado, aun así acepté mandarme las birras con La Filomena, que vieran lo que me costó convencerla de que tuviera s**o con un viejo amor que había tenido en su juventud, la pobre tenía quince años de no tener actividad sexual, yo insistía cada vez que me topaba con ella y le rezaba, “dale de comer a ese pobre animal viejo que solo lo tenés pa miar”, al fin y al cabo ella le dio gusto al cuerpo una noche de enero en plenas fiestas de Esquipulas, un día de tantos me contó que fue algo maravilloso y que le salieron garrapatas, alepates, cusucos y hasta una suegra, “VIVA ESQUIPULAS MAMITA”.
Pues volviendo al tema de La Caleca, que al fin y al cabo es la dueña de la talla, y habiendo pasado por La Filomena y la Gertrudis, fue que un día de tantos mi viejo me pidió que lo llevara donde Caleco, el marido de La Caleca como les había detallado, la Caleca era una vieja vacilona, mal tallada por los doce guilas que había tenido pues empezó a parir a los diecisiete años, sumado a eso era mal hablada, tenía los dientes postizos y una plancha mal confeccionada, de tal manera que cuando hablaba se le movían todos los dientes y uno no hallaba si reírse o salir huyendo de aquel espanto, aun así, La Caleca tenía un humor maravilloso y unas salidas mortales, en cuanto llegamos a la finca de ellos, incrustada al oeste de Santa Cruz y rodeada de unos árboles de manga enormes, La Caleca me dijo, “vos Balo, subite al palo pa que le llevés unas mangas a doña Elvira” (mi madre), entonces con ganas de oírle el pico le dije, “nombre Caleca, que va, no me subo porque yo de la horqueta no paso”, y ella magistralmente y con una fisga criolla bien hilada me dijo, “eh, no jodás, llegas largo, fíjate que yo en el tronco me quedo”.
Que tengan un lindo fin de semana, sonrían, es gratis y alivia el alma

04/10/2024

UNA TALLA MARCA TIO JULIAN
El otro día me voy al Mojal, una gran hacienda que está en el camino que une Lagunilla con Cartagena, ese camino me encanta, siento que Guanacaste ahí se detuvo, pues cuando voy llegando al puente sobre el río Cañas, está ahí, en medio puente, Huguito Vega de Lagunilla, lo veo observando algo en el río, entonces me hace seña que vea hacia abajo, detengo el carro y observo, había un gran lagarto como de cinco metros solibiao en el agua, mirá para el otro lado, me dice Huguito, y vuelvo a ver y hay otro animal de tamaño parecido, aquellos animales prehistóricos causaban miedo de solo verlos, pues paso el puente, parqueo el carro y me detengo a observar tan majestuosos reptiles, estando ahí, Hugo me pregunta que para dónde voy, le digo que al Mojal y de una vez lo invito, yo iba a ver unas yeguas pintas que tiene Martha Digna Brenes ahí, iba con ganas de comprar una pareja de ellas, una para Enricón y la otra para mí, y yeguas para que sirvan de doble propósito, transporte y mujer; pues ya fuimos y vimos las yeguas con Veguita y que va, chúcaras todas las animalas, así que dimos la vuelta y nos regresamos, cuando vamos llegando al río Cañas de los lagartones, los animales inmensos que habíamos visto están en la pura pasada del puente; y ahora, me dice Veguita, bajate a espantarlos le dije, bajate vos ca**ón que estás más gordo para que se llenen de una vez me dijo Veguita, vengo y les toco el pito del carro y como que no era con ellos, y sigo pulseando a Veguita que se baje a espantarlos y me vuelve a mandar a comer mi**da acompañado de un “andate a los infiernos ca**ón”, pues como no se movían vine y reculé el carro, me parqueo y junto a Veguita buscamos un garrote cada uno a ver como nos iba con la Lagarteada, nos vamos arrimando a semejantes animales prehistóricos y cuando nos ven, se han venido aquellos animales a perseguirnos con ganas de comernos, vieran que Veguita andaba en chancletas y que p**a pa correr, el lagarto le volaba unos grandes ñangazos y a como sonaban las fauces del reptil, así le sonaban las chancletas a Veguitas, y allá vamos despavoridos y nos encajamos en el cajón del carro, Veguita y este quién escribe estábamos pálidos de la gran correteada que nos pegaron esos animales, juep**as para correr rápido, y eso que calculo que tienen como trescientos años, pues los animales se quedan ahí a la orilla del carro y no se movían, el problema es que ya nos estaba cojiendo la noche y los juep**as lagartos ni se iban, ni pasaba nadie para que nos ayudara, yo andaba en el carro la guitarra, y en un tiro que se descuida el lagarto que me vigilaba a mí, meto la mato al carro y s**o mi compañera de andanzas, me cuadro con la guitarra a cantar y, sorpresa, los lagartos empezaron a bailar y se metieron al río de nuevo, juro por lo más sagrado que me ha costado escribir esta talla, me he reído como estúpido sólo, pero que esos animales están ahí, si están, mucho cuidado con la gente que va a pescar ahí en el puente del río Cañas, no les vaya a pasar las de a Veguita y a mí.

04/10/2024

LA CAFETERA con Freiman Zúñiga

Dirección

506
Santa Cruz

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