28/01/2024
Por Luis Eduardo Álvarez
"Daría todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro".
Voy a comenzar esta columna de opinión con una frase célebre de René Descartes, uno de los filósofos más importantes de la historia, en ella plantea que nuestros sentidos nos engañan, con lo que nuestra comprensión y conocimientos son muy limitados. El ser humano ignora muchas, trabajando con multitud de supuestos que no son ciertos y que siempre vamos a poder aprender cosas nuevas.
El análisis reflexivo y profundo de los resultados electorales del pasado 29 de octubre en Ayapel, que dejaron al jóven abogado Hugo Pinedo Contreras como alcalde electo de este municipio, en gran parte recogen muchos fragmentos de lo anteriormente expresado por Descartes. Una de las campañas apostó todo a su capacidad financiera para doblegar al contrincante como método de intimidación, mostrando todo su músculo económico como arma para seducir al electorado, mientras que la campaña oponente se basó especialmente en mirar cúal era el pensamiento del soberano, en este caso el pueblo.
Dicen que cuando un problema se soluciona con plata deja de ser problema, pero en este caso la cuestión no era el factor económico. Es imposible doblegar la voluntad de un pueblo con plata, ese problema es imposible solucionarlo con dinero, es idéntico a un cáncer terminal que por muy rico que seas es inevitable tu muerte. El problema de los candidatos repitentes en Ayapel se volvió ese cáncer terminal, que a pesar que cuentes con mucho dinero para hacerte reelegir será imposible curarlo.
Ese pensamiento del común va calando entre el electorado si lo explotas al máximo, con un buen equipo de comunicación y márquetin político. Y era que habían diferencias abismales entre las dos campañas, la de Hugo fue más organizada como empresa, con un diseño de campaña liderada por el propio candidato con el único objetivo de sacar un producto nuevo al mercado, para ello utilizaron las tres estrategias fundamentales de publicidad para hacer conocer ese producto, las cuales consistían en: estrategia de expectativa, estrategia de lanzamiento y estragia de posicionamiento del producto, con las que mantendrían al actual alcalde electo como el preferido entre el público consumidor, en este caso el electorado.
Esto bien fundamentado con un equipo de profesionales en comunicación quienes supieron aprovechar al máximo todas las debilidades comunicacionales de la campaña oponente.
Por su parte la campaña de Maricel Nader, nunca funcionó como empresa, antes por el contrario tenía en su equipo de trabajo a un grupo de personas con una imagen desgastada como coordinadores de tan compleja tarea, pero que a través del dinero veían alcanzable el objetivo y así se lo hacían creer a Maricel. Y que decir de su equipo de comunicaciones liderados por el mejor "periodista" de Ayapel, nunca fueron capaces de contrarrestar las estrategias que día a día Hugo explotaba mejor.
Hugo hasta el pasado domingo fue un candidato odiado por radicales que no entienden el juego de la democracia y querido por muchos que ven en él, a ese jóven dinámico, capaz de iniciar una nueva transformación política en Ayapel, a ese espejo en quien mirarse, a esa rampa de lanzaniento, para que aparezcan muchos Hugos más; que se atrevan a asumir el desafío, que sin emplear altas sumas de dinero se puede llagar a ser alcalde de este municipio.
A Maricel le aconteció igual que a Diomedes Diaz, al "cacique"los que le sacaban provecho económico sabían que en cualquier momento podía morir y aún así, lo empujaban a las tarimas para que siguiera produciendo dinero en benificio de ellos. Con Maricel sucedió lo mismo buscando su reelección, su entorno más cercano al no visualizar un nuevo lider que a corto plazo solventara su ambición económica, la utilizaron como medio eficaz, directo y concreto, para seguir llenandose los bolsillos, dañando así el historial político de una mujer que le ha aportado muchas cosas buenas para el desarrollo de Ayapel.cabe decir que cuando te rodeas de personas que te buscan solo por interés, es necesario mantenerlos como aquel amigo que debe ser como el dinero, antes de necesitarlo, es necesario saber su valor.
Para investigar la verdad es preciso dudar en cuanto sea posible el porqué de las cosas, esto nos demuestra que la victoria de Hugo en Ayapel, al que muchos trataban de loco resultó ser el loco más cuerdo del mundo, y que el resultado obtenido en las urnas no es otro pedrojuliaso, simplemente fue un hombre valiente, osado que siempre se la creyó, que siempre buscó la verdad de alcanzar sus metas y dio toda su verdad para alcanzar la mitad de lo que ignoraba.