07/10/2024
Piensa bien antes de casarte porque la boda es un día, pero el matrimonio durará todos los días de tu vida, después de la fiesta viene la convivencia.
No te apures. No tomes malas decisiones. Es mil veces mejor estar soltero, que estar casado con la persona equivocada.
Si quieres casarte para que te hagan felíz, o porque sientes que ya “se te está pasando el tren”, debes pensarlo bien.
El matrimonio no es para eso, no es para llenar vacios emocionales, ni para complacer a los demás.
Evita casarte con una persona contenciosa, conflictiva. Detecta esas pequeñas señales: las personas temperamentales, explosivas, que todo lo hacen pleito, no te darán paz.
No te cases con la idea de que ya casados harás que tu pareja cambie. Nadie cambia a nadie. Las personas cambian por sí solas cuando toman conciencia. Si cuando es soltero es tacaño, cuando se case seguirá siendo tacaño. Si cuando es soltera es mala, cuando se case seguirá siendo mala.
No confundas ser un buen padre con ser un buen esposo, o ser una buena madre con ser una buena esposa. Son papeles diferentes y debes cumplir con ambos.
El matrimonio sin amistad es como un cielo sin sol, las parejas deben ser amantes, amigos y cómplices deben ser ante todo un equipo.
La gente a veces tergiversa lo que escucha, pero nunca pueden tergiversar el silencio, así que piensa bien antes de hablar. Una palabra mal dicha puede traer dolores de cabeza.
Presta atención, mucha atención a las personas que se cruzan en tu vida. Dicen que cuando Dios te quiere bendecir, pone a una buena persona en tu camino. Así que debes ser cuidadoso aprendiendo a detectar a las personas disfrazadas. No todos los que llegan a tu vida llegan con buenas intenciones.
Hay tres tipos de personas a evitar, cuatro tipos de personas con los que no debes casarte: Los desleales, los conflictivos, los que sean dependiente de algún vicio y los que no son productivos. Antes de tener una esposa, el hombre debe tener un trabajo. No deberías casarte