28/08/2024
A TRABAJAR, VINE
Ya que lo preguntas…
Sí. Vine con agenda. No a improvisar. Cuando se tomó la decisión de salir de la ciudad natal, la baraja era ancha, pero restringida: Factores de solidaridad y asistencia familiar, predominaban. Y se construyó una agenda laboral, pues era preciso garantizar el sustento, el pan diario y todo eso. Pero muy pronto, con espíritu libertario, decidí por el criterio propio, por las pisadas necesarias más no obligadas. Y pronto instalé los lazos de amistad que permitieron más libertad: trabajar para vivir más no vivir para el trabajo…
Pero luego que leas mi prontuario, de señalamientos por lo realizado, puede que pienses lo contrario: que fui un esclavo de escribiente. El cambio de ciudad obligó a una pausa indispensable en eso de escribir y publicar frases, nunca, nunca por plata. Siempre atrás de cada paso (logro) hay alguien… Se me ocurre que en el traslado y los alientos dados, influyó mucho Cecilia López cuando fijó un destino: “Vas para la gerencia del ISS en Pereira”… Y aunque fue una pausa corta, saltamos a las cuartillas más rápido de lo esperado. Renunciaba el corresponsal de El Tiempo y se dio todo para nuestro ingreso allá. Se empezaba a escribir la historia de nuestro recorrido por tierras cafeteras que vieron tanto de lo que ahora somos, según reconocimiento incluso de la IA en redes: luego de “La Alegría de Vivir” como colección de cuentos para niños con valores cívicos y familiares pedidos por don Alfredo Hoyos, vino un sacudón de catre y de todos nuestros cimientos, con dramas que amenazaban cortar esa experiencia. El Tiempo se dio mañas para permitirnos escribir “por desquite” nuestra “Cosecha de Besos”, una recolección de café novelada que da cuenta de un enraizamiento sublime en el Eje Cafetero. Pero demoró en ser publicada. Entretanto, la casa de Álvaro Gómez Hurtado tendía puentes y un relanzamiento de su semanario “Síntesis Económica” abrigó esa tormenta, que no podría haber terminado peor: Nuestra jefatura de redacción ahí terminó con el inesperado magnicidio y se juntó eso con la familia en espera, para retornar. También es –dicen– culpa del padre Cañarte, quien sentenció eso de que quien aquí viene PEGA y si luego trata de escapar, ¡VUELVE!
Fue necesario diversificar y entre cuartillas o mandatos pasamos por la experiencia de consejero de planeación de donde salió la coautoría de un plan de desarrollo para esta ciudad, tomando algunos de nuestros aportes en educación con oportunidad para talentos desamparados y apertura para formar estudiantes en la segunda lengua, entre otros. También salió de nuestra pluma en esa secretaría cívica, pero de labor de amanuense gratuito en mesas de trabajo ambiental, eso del Ordenamiento Territorial para la Ecorregión del Eje Cafetero, que publica orgullosa en red “Alma Mater” y la Universidad Tecnológica de Pereira, como cabeza de un clan de universidades públicas de la región. Mismo trabajo nos mereció reconocimiento en concurso mundial de ciudades sostenibles en Dubai 2001, con alta calificación de U. de Barcelona, facultad de Arquitectura y otras. De hecho, se reconoce el modelo con el nombre del autor y la formación de la Ecorregión Eje Cafetero.
Y enganchamos con Alberto Árias Dávila en eso y una asistencia para varios frentes de comunicación, con murales, periódicos, programas radio-tv y algunos libros de procesos: me correspondió la redacción de productos como Plan de Gestión Ambiental de Risaralda desde Carder, el periódico OTEE patrocinado por las CARs de Caldas, Quindío, Tolima, Valle y desde luego Risaralda. Construimos con Mario Córdoba la apropiación del Plan de Gestión Ambiental para la población Afro Risaraldense publicando con la imprenta del Fondo Editorial “Agua que no has de beber…”, documento donde se demuestra el uso de instrumentos en participación ciudadana y con Carlos Alberto Cardona construimos documento sobre la Ruta Étnica para población Indígena de esta territorialidad, con los Embera, huellas de un retorno, proceso con más de 350 familias a sus resguardos de Purembará, Docabú y otras vecindades del río San Juan, pendiente de publicación por la Oficina de reinserción de la Presidencia de la República. Todo debería estar disponible, junto con la revista “Hojas del Bosque” financiada por programa del Fondo Nacional de Regalías y el hit radial “Acunadores del Agua”, que mereció a Carder el Premio Planeta Azul del grupo financiero de occidente documentando un bello proceso de adopción de nacimientos de agua, por escuelas rurales. ¡Obras son amores! Y tienen mi firma.