JF Influyente

06/02/2025

05/02/2025

Amar los animales, amar la naturaleza y amar a los demás es amar a Dios, pues estamos amando su hermosa creación.

05/02/2025

Totalmente de acuerdo con Yaneth Quintero los derechos de los animales son esenciales para una sociedad civilizada, necesitamos más empatía con los seres vivos que nos acompañan en este hermoso planeta y debes tomar medidas que los protejan.

03/02/2025

"Tus pensamientos crean tu realidad, cuídalos."

03/02/2025

**John D. Rockefeller**, uno de los hombres más ricos y exitosos de la historia, atribuyó gran parte de su éxito a su fe en Dios y a sus prácticas espirituales, incluyendo la oración. Rockefeller era un devoto cristiano, y su fe jugó un papel importante en su vida y en su enfoque hacia los negocios.

---

# # # **La fe de Rockefeller y su éxito**
1. **Oración y gratitud**: Rockefeller creía firmemente en el poder de la oración y la gratitud. Se dice que comenzaba cada día con una oración, agradeciendo a Dios por sus bendiciones y pidiendo guía para tomar decisiones sabias. Esta práctica le ayudaba a mantener un enfoque claro y una mentalidad positiva.

2. **Principios cristianos en los negocios**: Aunque Rockefeller era conocido por su agresividad en los negocios, también insistía en que sus acciones estaban guiadas por principios cristianos, como la honestidad, la integridad y la generosidad. Creía que su éxito era un regalo de Dios y que tenía la responsabilidad de usarlo para ayudar a otros.

3. **Filantropía inspirada por su fe**: Rockefeller donó una gran parte de su fortuna a causas benéficas, incluyendo la fundación de universidades, iglesias y organizaciones médicas. Su filantropía estaba profundamente influenciada por su creencia de que Dios lo había bendecido para ser un administrador de recursos que debía ayudar a mejorar la sociedad.

4. **Testimonios personales**: En varias ocasiones, Rockefeller expresó que su éxito no era solo el resultado de su trabajo duro o su inteligencia, sino también de la gracia de Dios. Creía que Dios lo había guiado en sus decisiones y le había dado la fuerza para superar los desafíos.

---

# # # **Una cita famosa**
Rockefeller una vez dijo:
*"Dios me dio el dinero",* refiriéndose a su vasta fortuna. Esta declaración refleja su creencia de que su riqueza no era solo producto de su esfuerzo, sino también un regalo divino que debía ser usado con responsabilidad.

---

# # # **Reflexión**
La historia de Rockefeller es un ejemplo de cómo la fe y la espiritualidad pueden influir en la vida de una persona, incluso en el mundo de los negocios. Para él, el éxito no era solo una cuestión de acumular riqueza, sino también de vivir de acuerdo con sus valores espirituales y usar sus recursos para hacer el bien. Su enfoque sigue siendo inspirador para muchas personas que buscan equilibrar el éxito material con una vida espiritual significativa.

28/01/2025

El pecado convierte toda la gracia de Dios en libertinaje; es el desafío a su justicia, la violación de su misericordia, la burla a su paciencia, el desprecio a su poder y el desdén hacia su amor.

El libro de Hebreos está lleno de muchas exhortaciones y advertencias acerca de aquellos que aparentemente están en el camino de la fe, pero que, finalmente, no perseveran hasta el final. Exhorta a que no nos dejemos engañar por el pecado, de manera que nuestro corazón se endurezca y nos terminemos alejando del Dios vivo.

La obediencia es evidencia (hebreos 12:11-14).
La disciplina de Dios como una muestra de amor, Dios nos disciplina con el propósito de hacernos participar de su santidad y para que demos fruto de justicia.

De modo que, la obediencia es el fruto de justicia que produce en nosotros la disciplina del Señor.

La injusticia, la iniquidad nos llevan a la desobediencia, la disciplina nos lleva a la justicia que produce obediencia. Por eso cada oportunidad, cada prueba, cada dificultad, debemos verla como Dios obrando en nuestra vida para enseñarnos y disciplinarnos.

Lo que ocurre en mi vida no es porque Dios no me ama, todo lo contrario, su disciplina es una muestra de amor, por tanto, debo cobrar ánimo en la carrera de la fe.

Por eso Hebreos 12, después de exhortarnos a la obediencia, nos advierte de la siguiente manera: “mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios”. Las advertencias son tan comúnes en el libro de Hebreos, que podemos verlas a lo largo de toda la carta:
Advertencia a no deslizarnos de lo que hemos oído (Heb 2:1-4).
Advertencia a no endurecer nuestro corazón contra la voz de Dios (Heb 3:7-14).
Advertencia a no tener temor de Dios y perdernos su reposo (Hebreos 4:1).
Advertencia contra la apostasía (Heb 5:11-6:8).
Advertencia contra la incredulidad menospreciando la sangre de Cristo (Heb 10:26-31).

Despreciar la gracia de Dios llevará a las personas a la condenación eterna.
Cualquier cosa que sea lo que te promete el mundo, mayor es el reino de los cielos.

24/01/2025

La serpiente mordió a la gallina, y con el veneno ardiendo en su cuerpo, buscó refugio en su gallinero.

Pero las demás gallinas prefirieron expulsarla para que el veneno no se propagara.

La gallina salió cojeando, llorando de dolor. No por la mordida, sino por el abandono y el desprecio de su propia familia en el momento en que más los necesitaba.

Así se fue... ardiendo de fiebre, arrastrando una de sus patas, vulnerable a las noches frías.

Con cada paso, una lágrima caía.

Las gallinas en el gallinero la vieron alejarse, observando cómo desaparecía en el horizonte. Algunas decían entre sí:

— Que se vaya... Morirá lejos de nosotras.

Y cuando la gallina finalmente se desvaneció en la inmensidad del horizonte, todas estaban seguras de que había fallecido.
Algunas incluso miraban al cielo, esperando ver buitres volando.
Pasó el tiempo.

Mucho después, un colibrí llegó al gallinero y anunció:

— ¡Su hermana está viva! Vive en una cueva muy lejos de aquí.

Se recuperó, pero perdió una pata por la mordida de la serpiente.
Le cuesta encontrar comida y necesita su ayuda.

Hubo un silencio. Luego comenzaron las excusas:

— No puedo ir, estoy poniendo huevos...

— No puedo ir, estoy buscando maíz...

— No puedo ir, tengo que cuidar a mis pollitos...

Así, una por una, todas rechazaron la petición. El colibrí regresó a la cueva sin ayuda.

Pasó el tiempo nuevamente.

Mucho después, el colibrí volvió, pero esta vez con una noticia dolorosa:

— Su hermana ha fallecido... Murió sola en la cueva... No hay quien la entierre ni quien la llore.

En ese instante, un peso cayó sobre todas. Un profundo lamento llenó el gallinero.

Quienes ponían huevos, pararon.

Quienes buscaban maíz, dejaron las semillas.

Quienes cuidaban polluelos, los olvidaron por un momento.

El arrepentimiento dolía más que cualquier veneno. ¿Por qué no fuimos antes?, se preguntaban.

Y sin medir la distancia ni el esfuerzo, todas partieron hacia la cueva, llorando y lamentándose. Ahora sí tenían un motivo para verla, pero ya era tarde.

Al llegar a la cueva, no encontraron a la gallina... Solo hallaron una carta que decía:

"En la vida, muchas veces las personas no cruzan la calle para ayudarte cuando estás vivo, pero cruzan el mundo para enterrarte cuando mueres.

Y la mayoría de las lágrimas en los funerales no son de dolor, sino de remordimiento y arrepentimiento."