Historias de una Less

Historias de una Less Contenido Solo para la Comunidad LGBT 🏳️‍🌈E historia 📝🌈

Hoy quiero desearle un feliz cumpleaños 🎂🥳🎈 al amor de mi vida❤️, Dios derrame infinitas bendiciones sobre ti mi princes...
30/01/2025

Hoy quiero desearle un feliz cumpleaños 🎂🥳🎈 al amor de mi vida❤️, Dios derrame infinitas bendiciones sobre ti mi princesa hermosa, te conceda vivir muchos años más de vida para seguir compartiendo siempre juntas👩‍❤️‍👩 y seguir viviendo este amor tan maravilloso que nos ha regalado Dios y el destino.🏳️‍🌈😍

❤️TE AMO INFINITAMENTE AMOR DE MI VIDA 😍

✨Te amo porque aunque no seas perfecta, siempre te esfuerzas por ser mejor para mi ❤️🏳️‍🌈🏳️‍🌈
28/01/2025

✨Te amo porque aunque no seas perfecta, siempre te esfuerzas por ser mejor para mi ❤️🏳️‍🌈🏳️‍🌈

26/01/2025

Confío en mi pareja 🏳️‍🌈😂😅❤️

***an

25/01/2025

De esta forma podrás seguir leyendo la historia, ven y te muestro!! ☺️🏳️‍🌈

***an

24/01/2025

ERES MI INSPIRACIÓN Y MI FELICIDAD
😍❤️🏳️‍🌈

***an

23/01/2025

Nuestros tres tipos de besos, para salir de la monotonía y no aburrirnos, el último es el mejor 😂😅🏳️‍🌈

***an

Les quiero hacer la invitación a todos nuestros seguidores fieles, para que se deleiten con nuestro contenido en tik tok...
23/01/2025

Les quiero hacer la invitación a todos nuestros seguidores fieles, para que se deleiten con nuestro contenido en tik tok, estaríamos muy agradecidas con todos y todas

8 seguidores, 0 siguiendo, 106 me gusta: no te pierdas los geniales vídeos creados por Tatiana & Sairit

22/01/2025

Mi novia no desap'rovecha nin'guna oportunidad 😂😅🏳️‍🌈❤️

***an

21/01/2025

Yo no creo en esa gente que era les'biana y ahora tiene marido.

𝗠𝗜 𝗕𝗘𝗟𝗟𝗔 𝗗𝗔𝗠𝗔𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟮𝟴Desperté un poco más tarde, primeramente por que ya no era necesario ir a la universidad y segun...
20/01/2025

𝗠𝗜 𝗕𝗘𝗟𝗟𝗔 𝗗𝗔𝗠𝗔

𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟮𝟴

Desperté un poco más tarde, primeramente por que ya no era necesario ir a la universidad y segundo, pues el consultorio lo abría a las 9.

Antes de levantarme, tomé mi celular observando muchas cosas, en especial las llamadas de Ximena, “Cuanto me gustaría verla y decirle lo mucho que me encantó hacer el amor con ella, que no la puedo sacar de mi mente”.

Cerré mis ojos recordando aquella noche, donde me entregué por completo, sus caricias tan suaves y sus besos encantadores.

Tocaron a mi puerta, lo cual me devolvió a mi realidad. Inmediatamente me levanté para abrir la puerta y encontrarme con la sonrisa de Karla.

—Buenos días amor, ¿Lograste descansar?.

—Hola cariño, la verdad no mucho— comenté observando como Karla me miraba el cuello, haciéndome recordar el ch****ón.

Con vergüenza intenté cubrirlo con mi mano haciendo de cuenta que me dolía el cuello.

—Se nota amor, si gustas puedo hacerte un masaje— comentó frunciendo el ceño.

—Emm sabes que cariño, me iré a bañar, tampoco quiero quitarte mucho tiempo.

—Sabes que no lo haces amor, y dime ¿Ya me tienes una respuesta?— comentó acercándose plantandome un beso en la mejilla.

—Te invito a cenar y allí te comentaré todo, ¿Te parece?— dije un poco nerviosa.

—Si, claro que sí amor, me parece una gran idea— comentó Karla, para más tarde despedirse y marcharse.

Cerré nuevamente la puerta e intenté respirar profundo, luego fui hasta el baño para organizarme.

Al terminar, salí a la cocina donde se encontraba mi nanita, la saludé y la abracé con fuerzas.

—¿Qué tal noche mi niña?.

—Bien nanita, gracias a Dios y tú?, ¿Lograste descansar?.

—Si mi niña, ¿Te preparo tu desayunito?.

—Esta bien nana, muchas gracias.— comenté observando mi celular.
Qué fuertes ganas de ver a Ximena, ver aunque sea un mensaje de ella, pero bueno, yo le dejé clara las cosas.

Mi nanita me pasó el desayuno el cual comí con muchas ganas, luego organicé mis cosas, me despedí de ella y salí en dirección al consultorio.

Al llegar, Carmencita ya se encontraba en su sitio trabajando.

—Buenos días Carmencita, ¿Cómo estás?— comenté sonriendo.

—Doctora Stephanie, muy bien gracias, todo en orden.

—¿Alguna novedad?.

—De momento ninguna mi niña.

—De acuerdo, muchas gracias Carmencita — observé mi reloj — Pronto llegará Ángela con Estela, bueno me iré a organizar, nos vemos luego.

—Claro que si mi Doc.

Al entrar a la oficina no hice más que pensar en Ximena, ¡Dios! ¿Hasta cuando dejaré de hacerlo?, no puedo seguir en estas.
Recordé la llamada, y todo lo que me dijo, ¿habrá estado ebria?, la verdad si lo sentí así, yo necesito platicar con ella, no quiero que se haga daño por mi culpa.

El teléfono comenzó a sonar sacándome de mis pensamientos.

—Si, dime Carmencita.

—Llegó Ángela y Estela.

—Ah de acuerdo, que sigan por favor.

Corté la llamada dejando el teléfono en su sitio.
La puerta se abrió dejándome observar dos rostros con sonrisas puras y sinceras.

—Buenos días doctora, ¿Podemos pasar?.

—Angela, Estela por supuesto, sigan por favor.

—Muchas gracias doctora — comentó Estela mientras seguían y se sentaban frente a mi escritorio.

—¿Cómo han estado?, ¿Cómo se han sentido?.

—La verdad, mucho mejor doctora, gracias a usted hemos ido aceptandonos cada día más — comentó Ángela sonriendo.

—Por lo menos yo, ya platiqué con mis dos hijos, les comenté todo lo que me tocó vivir y pues lo que tuve que hacer para tener feliz a mi familia— comentó Estela sonriendo.

—Eso está súper bien, me agrada ese paso que has logrado dar Estela.

—Y pues yo, he platicado con mi esposo, le conté todo lo que estaba sintiendo y lo que llevaba guardado, me entendió y dijo que me apoyaba, que él lo sabía pero que me amaba y por eso jamás se apartó de mi lado, pero que me ayudaría con nuestros hijos— comentó Ángela un poco melancólica.

—¿Y como se sienten?, ¿Sienten alivio o más carga?.

—La verdad mucho más aliviadas, por que lo que más anhelamos es poder estar juntas y que nuestros hijos puedan aceptarnos — comentó Ángela tomando de la mano a Estela.

—Que bonito, y así será, yo les aseguro que muy pronto podrán estar juntas viviendo este amor puro, libre y sobre todo respetuoso.

—Todo ha sido gracias a usted doctora — comentó Estela.

Platicamos muchas cosas más, lo cual me llevó a pensar, que si yo era tan racional y tenía los pies sobre la tierra, ¿Por qué no me puedo dar cuenta lo que quiere Ximena?. Y que ella me hace sentir muy bien.

Después de 1 hora, ellas se estaban despidiendo de mi, pero recordé que Ángela conocía a Ximena y antes de que se marcharse la llamé y le pregunté acerca de la dirección del apartamento de Ximena.
Sé que se le hizo muy extraño, pero gracias a Dios tengo una mente muy ágil y pude inventarle una pequeña mentirita.

Luego se marcharon, traté a otro paciente, pronto se fue la mañana, invité a almorzar a Carmencita y antes de las 2 habíamos cerrado.
Se le hizo extraño a Carmencita, pero tenía intriga por saber donde vivía Ximena.

Dejé a Carmencita en su casa para más tarde conducir en dirección al apartamento de Ximena.
La verdad sentía nervios, pero necesitaba platicar con ella.

Al llegar a la dirección, permanecí en mi auto, sintiendo una discordia entre mi mente y mi corazón .
Uno me decía que no lo hiciera y el otro gritaba que si, por que lo necesitaba.

Finalmente salí de mi auto en dirección a la entrada, sin pensarlo toqué el timbre y esperé varios minutos sin tener respuesta. Hasta sentir que alguien estaba abriendo la puerta.

“Era ella, mi niña hermosa parada frente a mi, con sus ojitos apagados y tristes, quise abrazarla y besarla, pero debía controlarme”

—Hola Ximena, ¿Puedo pasar?— comenté un poco nerviosa, observando como ella me reparaba de pies a cabeza.

—Profesora Stephanie, siga por favor — comentó haciéndome pasar.

Al entrar a ese apartamento, me sentí confiada, tenía su olor impregnado y me encantó todo.

—¿Cómo estás Ximena?— comenté intentando sonreír.

—Pues la verdad sorprendida, jamás creí verla por aquí— comentó entrelazando sus dedos. — ¿Quiere tomar algo?.

—Descuida Ximena, así estoy bien.

—De acuerdo, ¿Y como dio con mi dirección?.

Pues ya ves mi amor, cuando a una persona le interesa alguien, hace todo lo posible por saber todo.

—Pues le pregunté a Ángela.

—Ah, pensé que había sido la profesora Mishell, es que hoy le pregunté por usted al notar que no volvió.

—Si, ya ella llegó a ocupar su lugar.

—Entiendo, ¿Y que la trae por aquí?— preguntó Ximena acercándose mucho más a mi, haciéndome sentir de todo, hasta maripositas en mi estómago.

Creí que me iba a besar y la verdad no estaba preparada para eso, jamás vine con esa intención, solo quería escucharle y ayudarla.


La profesora Stephanie entró a mi apartamento y la verdad yo me encontraba muy nerviosa, no sabía que hacer ni que decir, pero aún así tuvimos una pequeña plática, hasta que yo me acerqué, juraría que inconscientemente.
Observé varios minutos sus labios, los cuales me traían loca desde que la vi en la entrada.

—Ximena, no por favor, yo vine por otra cosa, quería platicar contigo, acerc...

No la dejé terminar porque sinceramente no pude más, besé sus labios sin pensar en nada más, no podía dejarla ir sin hacerle saber lo que me estaba haciendo sentir.

Ella siguió mi beso sin detenerse, la llevé hasta los muebles y allí me subí encima sin parar de besarla.

La extrañaba demasiado, me sentía bien, cómoda, estaba con la persona que comenzaba a amar y la verdad me costaba mantener el control.

—Ximena por favor necesito platicar contigo— comentó haciéndome parar y al mismo tiempo levantarme.

—No me puedo resistir, yo siento muchas cosas por ti Stephanie y la verdad no quiero renunciar a esto que siento y estoy segura que tú también lo sientes.

—Ximena, no confundas las cosas, yo solamente vine a escucharte, ayer cuando hiciste esa llamada me dejaste preocupada y la verdad no sé si estabas ebria.

O sea que si llamé, pero... ¿Por qué no tenía ese registro?, fruncí el ceño al intentar recordar.

—Y tampoco quiero armarte líos con nadie.

—No pasará por que a diferencia de ti, yo estoy soltera y no, no recuerdo esas llamadas, creo que si estaba muy ebria— Mentí, obviamente si recordaba todo.

—No quiero lastimarte más, no quiero que te hagas ilusiones, pronto me casaré y la verdad no quiero que sufras— comentó sin brillo en sus ojos, pero muy segura.

Suspiré profundo para luego mirarla directamente a los ojos.

—Te vas a casar sin amarla, solo por agradecimiento y eso Stephanie te va a costar toda tu vida.

—¿Cómo sabes que no la amo?, no estás dentro de mi para mirar mis sentimientos.

—Pues no hace falta estar dentro de ti, para saberlo, te he venido analizando y a quien amas es a mi, lo siento de muchas formas pero sobre todo en la forma de cómo me besas.

Ella me observó fijamente tragando saliva.
Me acerqué mucho más hasta tomarla por la cintura y besarla con mucho deseo.

Sin pensarlo llegamos hasta mi habitación, ella me miró detalladamente dejándome ver sus ojitos brillantes.

—No te cases, tu me amas y yo a ti, por favor acéptalo.

—Yo, yo también te amo Ximena— comentó Stephanie provocando más deseo en mi hacia ella.

Sin dudarlo nos besamos dejándonos caer en mi cama.

AUTOR: SAIRIT LICONA

😍❤️🏳️‍🌈 Aún así la amo mucho 🏳️‍🌈❤️😍
20/01/2025

😍❤️🏳️‍🌈 Aún así la amo mucho 🏳️‍🌈❤️😍

❤️🏳️‍🌈❤️🏳️‍🌈   ***an
19/01/2025

❤️🏳️‍🌈❤️🏳️‍🌈
***an

18/01/2025

¿Por que terminaron con su ex? suelten el chisme. 😅

🏳️‍🌈☺️❤️🏳️‍🌈 ***an
18/01/2025

🏳️‍🌈☺️❤️🏳️‍🌈
***an

𝗠𝗜 𝗕𝗘𝗟𝗟𝗔 𝗗𝗔𝗠𝗔𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟮𝟳Luego de esa llamada intenté dormir, pero fue difícil, me tiré en la cama observando el techo co...
16/01/2025

𝗠𝗜 𝗕𝗘𝗟𝗟𝗔 𝗗𝗔𝗠𝗔

𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟮𝟳

Luego de esa llamada intenté dormir, pero fue difícil, me tiré en la cama observando el techo con Ximena en mis pensamientos, más tarde, salí a la cocina en busca de algo para comer ya que sentí mucha hambre, mientras me iba acercando, escuché a Karla hablando por teléfono, caminé un poco más hasta que ella notó mi presencia.

—Emm, si claro, entonces después hablamos, me ocuparé, ok, chao— comentó cortando la llamada. —Hola amor, ¿Todo en orden?.

—Amm si cariño, todo en orden— comenté frunciendo el ceño, con la duda de con quién platicaba a esta hora?, más sin embargo no le pregunté.

—Estaba platicando con una amiga, al parecer trabaja en una empresa donde están necesitando una digitadora y contadora.

—Oh, muy bueno!— comenté mientras buscaba en la despensa.

—Entonces me veré mañana con ella temprano, para llevarme a hablar con su jefe, espero verte mucho tiempo más amor, extraño estar contigo.

—Puedes estar tranquila cariño, yo no volveré a la universidad, Mishell llegó hoy y pues ya se encargará ella de sus clases, de momento solo estaré en mi consultorio.

—Amor eso es perfecto, ahora si podemos vernos más seguido!.

—Por supuesto cariño.

—¿Has pensado lo que te propuse?, muero de ganas por estar contigo amor, y si te pido que nos casemos es por lo mismo, por que sé lo mucho que respetas estas cosas y pues te gusta actuar correctamente.

Sentí un n**o en mi garganta después de haber escuchado lo que dijo Karla, en realidad no es así, quise decirle lo ocurrido pero luego me dio temor, ¿Y si pasa lo que piensan mis amigas?, si Karla se entera y luego corta la relación?, pero... Si le cuento estaré libre para poder estar con Ximena... ¡Hay Dios! ¿Qué estoy pensando?.

—Amor, ¿Estas bien?, te he sentido extraña.

—No, descuida, no pasa nada cariño, iré a dormir, necesito descansar, mañana estoy segura que podré darte una respuesta.

Karla se acercó, me dio un beso en la frente y luego se marchó.

No estoy siendo una buena mujer, papá por favor ayúdame, quiero aclarar mis pensamientos, me está costando mucho hacerlo.

Seguí a mi habitación, cerré la puerta para más tarde acostarme y permanecer así, pensando en Ximena hasta quedarme dormida.


Desperté algo asustada pensando en la profe Stephanie, por un instante pensé que era ella quien estaba acostada en mi pecho, pero al sentir su aroma pude darme cuenta que se trataba de Luisa.
¿Espera que?, ¿Luisa por qué está en mi pecho?.
Intenté zafarme de su lado, pero despertó inmediatamente.

—Luisa, ¿Qué ha pasado?— comenté buscando mi celular.

—Vine a buscarte y te encontré acostada en el piso, luego quise ayudarte y pues me quedé contigo.

—Esta bien, ¿Has visto mi celular?— comenté sintiendo dolor de cabeza.

—Emm si, aquí está — dijo mientras me pasaba mi celular.

¿Por qué lo tenía ella?, busqué algún mensaje pero no tenía nada.
Recordé la llamada que le hice a la profesora Stephanie pero tampoco estaba, ¿Pudo ser posible que solo haya sido un sueño?. Lo sentí tan real.

Salí de mi habitación en busca de mis padres, los cuales se encontraban en su alcoba durmiendo.

Al salir, observé nuevamente a Luisa.

—Está muy tarde Ximena, mis padres se fueron y me dejaron, les pedí que pasaran mañana por mi, quería cuidarte.

Tragué saliva ante aquel comentario que hizo Luisa, de verdad esto de ayudarme se lo está tomando muy a pecho.

—Muchas gracias Luisa, pero debo marcharme, mañana iré a la universidad y no cuento con ropa aquí en la cabaña.

—No te dejaré ir Ximena, mañana lo puedes hacer, te levantas más temprano de lo normal y podrás ir hasta tu apartamento, pero no te dejaré ir ahora.

Me sentí regañada, sentí que ella quiso controlarme, pero por otro lado, tenía razón, estaba solo y yo había tomado.

—Ven, volvamos a la habitación, prometo levantarte temprano para que vayas hasta tu apartamento— comentó mientras me tendía su mano.

Sin duda la acepté caminando con ella hasta mi habitación.
Por supuesto, que no puedo perder el día de mañana, necesito ver a la profesora Stephanie y platicar con ella.

Al llegar a la habitación nos acostamos en mi cama, en la misma cama que estuvo la profesora Stephanie haciendo el amor conmigo, no me sentía cómoda, no lograba conciliar el sueño.
Dos horas más tarde me levanté cuidadosamente de la cama tomando mi celular, salí de la habitación caminando en dirección a la entrada de la cabaña.
Busqué el contacto de la profesora Stephanie e intenté marcarle pero no pude, no fui capaz, sabía que no era conveniente por que ella me lo había dejado muy claro está mañana.

Y yo no era nadie para pedirle una oportunidad.
Debía olvidarme de ella, no buscarla más.

“—Mañana platicamos a la misma hora”. Recordé esas palabras con la voz de la profesora Stephanie.
Es que por qué la tengo tan presente, siento como si esa plática hubiese sido tan real!.

Mañana en la universidad le preguntaré, por que la verdad me estoy volviendo loca.

Volví a la habitación, con la finalidad de volverme a acostar, pero al ver a Luisa allí no pude hacerlo, en esa cama hice el amor con Stephanie y solamente con ella volvería a estar en esa cama.

Entonces tomé las llaves de mi auto, salí y lo encendí para más tarde conducir en dirección a mi apartamento.


—Pues verás Karla, mi niña Stephanie no tiene a nadie más que a mí, su mamá los abandonó cuando ella era apenas una bebé. Una vez intentó buscarla pero no fue lo que había pensado, su mamá era otra, juraba que no conocía a Stephanie y mi niña volvió, se encerró por mucho tiempo en su alcoba hasta que su padre pudo ayudarle.

—Entiendo nana Manuela, pero no tiene más hermanos? O alguien con quien compartir sus bienes?.

—No mijita, ella solo nos tiene a las dos y bueno a sus amigas de toda la vida.

—Tenemos que cuidarla muy bien, y yo pues quisiera ser mucho más que su novia, quiero proponerle que se case conmigo!.

—Hay mijita, eso está muy bien, ella está muy enamorada de ti, le brillan los ojitos cuando te ve.

—Gracias nanita, bueno yo saldré a mirar el anillo, te cuidas mucho, no le cuentes nada aún.

—Tranquila mijita, no pasará.

Salí de la casa rumbo al apartamento de Jess, dónde pasé casi toda la noche y todo el día, des'nudas haciendo el amor sin parar.

Más tarde miré la hora pensando en que Stephanie ya debía estar en casa, por lo que decidí marcharme.

Al llegar, caminé hacia su habitación la cual se encontraba cerrada.
Toqué varias veces hasta conseguir que abriera la puerta.
Al entrar nos saludamos, caminé con ella hasta su cama, y mientras la besaba recordaba a Jess para poder activarme, le pedí que se casara conmigo ya que así finalmente podía dormir con ella y pues quitarle la mitad de todos sus bienes.

Su celular comenzó a timbrar interrumpiendo nuestro encuentro, ella se levantó para poder contestarlo, pero se puso nerviosa al darse cuenta de quien se trataba, en realidad no quise hacerle escándalo por que a decir verdad no me conviene para nada.

Nuevamente comenzó a timbrar su celular, hasta que decidió contestar, y pues supuestamente era una paciente con un ataque de ansiedad.

Stephanie terminó de hablar, me acerqué un poco más con intenciones de seguir el beso, pero no, apartó su rostro dejándome claro que no quería.

Sentí coraje con el simple echo de pensar que había alguien más en su vida, y no sé si es por que de verdad me empieza a gustar.
Ella me pidió espacio para poder descansar así que se lo di sin decir nada.

Intenté marcharme a mi habitación, cerré con fuerzas la puerta sintiendo hervir mi sangre, tomé un baño de agua fría para más tarde salir a la cocina.
Estando en la cocina, mi celular comenzó a timbrar obligándome a responder.

—Amor, te extraño mucho, quisiera verte pronto.

—Jess amor, te he dicho que no me llames, yo lo puedo hacer!.

—Es que no me aguanto las ganas que tengo de escucharte.

—Ya lo sé amorcito, pero no puedes hacer esto, ahorita estaba con Stephanie y no quiero que se de cuenta de nada, al menos no por ahora, ya te dije que mi intención es quitarle la mitad de todo.

—Ya lo sé, pero me da coraje pensar que tienes que besarla y quien sabe que otras cosas más.

—No te preocupes amor, prometo que muy pronto todo esto acabará.

Escuché pasos de alguien, guardé silencio hasta que vi a Stephanie, cambie la conversación para más tarde cortar la llamada.

Platiqué un poco con ella hasta darme cuenta de un ch****ón que llevaba en el cuello.
Mucha gi******as, Ha estado mintiendo todo este tiempo, pero no puedo hacer nada por que eso significaría perderlo todo, aunque meterme en el papel de la víctima podría ayudar un poco.
Me despedí de ella para más tarde marcharme a la habitación, donde no hacía más que reventar las cosas.

Quise salir a buscarla y recriminarle pero no, en el momento no era conveniente.
Debía quedarme callada y soportar.
Me metí a la cama y sin pensarlo me quedé dormida.


Dormir en mi apartamento no tenía comparación con nada, desperté rápidamente yendo en dirección al baño, me aliste para más tarde salir y encontrarme con Ángela, nos saludamos y al mismo tiempo nos despedimos.

Al llegar a la universidad parquee mi auto notando que el auto de profesora Stephanie no estaba, corrí al salón de clases ya que llevaba varios minutos retrasada, pero al entrar me encontré con la penosa situación de que ya no era ella quien estaba dictando la clase, la profesora Mishell había regresado.

—Ximena, bienvenida, sigue a la clase por favor— comentó observándome fijamente.

—Muchas gracias profe— comenté mientras seguía a mi lugar pensando en la profesora Stephanie.

Me costó mucho concentrarme, la profesora Mishell me realizó varias preguntas de las cuales solo acerté una sola.

Al terminar las clases, todos se marcharon dejándome a solas con la profe, mientras me levantaba la voz de la profesora me detuvo.

—Hoy estuviste muy distraída señorita.

—Lo siento profe, es que tengo algunos problemitas.

—Esos problemas es mejor dejarlos en casa y fuera de la clase, tú sabes lo mucho que yo los aprecio y los conozco.

—Profe, ¿Usted conoce a la profesora que vino a reemplazarla? A la profesora Stephanie?.— pregunté sin más.

—Si, si la conozco, Pero... ¿No me extrañaste?— comentó la profe haciendo pucheros.

—Si claro, si la extrañé, es solo que me gustaría platicar con la profesora Stephanie de algo que quedó inconcluso, es que ella me estaba explicando algunas cosas.

—Pues esta es mi área, yo puedo seguir ayudándote.

—Pues si, tienes razón profe, pero yo le platico mañana sobre que trata, ¿Le parece?.

—Claro que si Ximena, cuando gustes— comentó la profe terminando de organizar sus útiles.

Salí corriendo a la próxima clase pensando en que debía tranquilizar mi mente y tener mucha más concentración en las próximas clases.

El día pasó muy rápido, después de clases llegué a casa para encontrarme con una Ángela sonriente, almorzamos y me platicó que su vida iba mejorando cada vez más gracias a la doctora Stephanie, le pregunté mucho más acerca de la doctora y no me dijo mucho ya que su celular comenzó a timbrar haciéndola levantar de la mesa.

Al volver no comió más y me comentó que debía salir mucho más temprano, entonces se levantó, lavó su loza y luego se despidió de mi para más tarde marcharse.

Terminé de almorzar, dejé mi loza en la cocina y más tarde caminar en dirección a mi habitación, donde comencé a pensar en Stephanie, en lo que debía hacer y rendirme por completo.

Pronto se hicieron las 2 de la tarde, aún acostada, sin siquiera observar los libros, escuché sonar el timbre.
Con mucha pereza y sin ganas salí a abrir la puerta, para llevarme una gran sorpresa, mis ojos se abrieron como plato y de mi boca no salía palabra alguna.

—Hola Ximena, ¿Puedo pasar?— comentó ella con sus labios bien pintados, dejándome atontada con su aroma y su se*******ad.

AUTOR: SAIRIT LICONA

𝗠𝗜 𝗕𝗘𝗟𝗟𝗔 𝗗𝗔𝗠𝗔𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟮𝟲Salir a caminar con Luisa logró mantenerme un poco distraída.Pero... ¿Qué voy a hacer mañana cua...
14/01/2025

𝗠𝗜 𝗕𝗘𝗟𝗟𝗔 𝗗𝗔𝗠𝗔

𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟮𝟲

Salir a caminar con Luisa logró mantenerme un poco distraída.
Pero... ¿Qué voy a hacer mañana cuando la tenga enfrente?, serán 2 horas de clase y la verdad estar mirando todo el tiempo para otro lado no suena buena idea.

—¿Dónde la conociste?, ¿En la universidad?— comentó Luisa al notar mi silencio.

—No quiero hablar del tema Luisa, ella es mucho mayor que yo, más madura y obviamente tiene su hogar.

—Perdon Ximena, solo intento ayudar— comentó desviando su mirada.

—Ya, está bien. La conocí en la universidad, cubriendo a la profe de cálculo quién salió de vacaciones, desde el primer instante me pareció atractiva, madura y por un momento pensé que podía existir algo entre ella y yo.

—Comprendo, pero para pensar en eso ella debió darte algún indicio, ¿No crees?.

Obviamente Luisa, nos besamos y fue el mejor beso, después ella quiso disculparse y terminamos haciendo el amor.

—Pues de seguro yo misma cree esa película y resulté ilusionada.

—Pero... ¿Por qué te vino a buscar?, además ayer me asusté mucho, por que me dijiste que volvías pronto, mis padres y yo nos marchamos tarde ya que yo se los pedí, me preocupé por ti.

—Luisa de verdad lo siento, pero debía arreglar un asunto.

—¿Ella era el asunto?— preguntó frunciendo el ceño.

—No, el asunto fue en mi apartamento, la verdad no entiendo que vino a hacer la profe Stephanie.

—Stephanie ¿Así se llama?.

—Si, pero bueno ¿Por qué no hablamos de otra cosa?, no quiero recordarla más.

—De acuerdo Ximena, ¿De qué quieres platicar?.

—¿Por qué no hablamos de nosotras?, podemos vernos más seguido, ¿No te parece?.

—Ximena ¿Qué pretendes?.

—A ver Luisa, lo que te propongo es que salgamos, nos conozcamos mucho más y con el tiempo miramos que puede surgir, de igual forma si más adelante tenemos una relación puede ayudar a nuestros padres en sus empresas, ¿No crees?.

—Quieres intentar sacarte a la profesora Stephanie conmigo, ¿Es eso?.

—Pues no precisamente, pero si quiero dejar de pensarla.

—Entonces sé clara conmigo, no me gusta que dibujen o maquillen las cosas.

Vaya, es mucho más directa de lo que pensé.

—De acuerdo, es eso, quiero que me ayudes. ¿Puedes?.

—Esta bien Ximena, yo te ayudaré.

Terminamos de platicar para más tarde salir en dirección a la cabaña donde nos esperaban nuestros padres muy sonrientes.

Al llegar nos ofrecieron bebidas, tomamos varias veces, nos sentamos y nos dedicamos a escuchar sus conversaciones.

Cerré un momento mis ojos recordando sus labios, su sabor y su olor. ¡Dios! Cuánto la extraño, ¿Por qué no puedo estar con ella?, la tengo bien clavada en mi pecho y en mis pensamientos. Necesito verla.

Me levanté del sillón caminando en dirección a mi habitación, al entrar cerré con seguro, tomé mi celular para más tarde buscar su número y luego marcarle.
Su celular timbraba pero no lo contestaba.
Volví a insistir unas cuantas veces más hasta que pude escuchar su voz.


Acostada en la cama sintiendo como mis lágrimas salían sin cesar escuché que tocaban a la puerta.

—¿Nanita eres tú?— pregunté secando mis lágrimas.

—Amor soy yo, déjame verte por favor — comentó Karla del otro lado de la puerta.

—Esperame un momento— comenté mientras iba al baño y lavaba mi rostro.

Luego salí en dirección a la puerta, la abrí para más tarde encontrarme con Karla algo preocupada.

—¿Estas bien amor?, ¿Necesitas algo?— comentó entrando a mi habitación.

—No cariño, todo está bien— comenté recordando el ch****ón en mi cuello.

—Esta bien amor, te extrañé muchísimo — comentó acercándose mucho más y rodeando mi cintura con sus brazos.

—Estuve muy entretenida con mis amigas cariño, lo siento mucho.— comenté caminando hasta mi cama.

Karla me siguió sentándose en la cama.

—Quiero que nuestra relación pase a otra dimensión, ya no puedo estar lejos de ti, siento mucho deseo por ti, te quiero tocar, quiero hacerte el amor.

Karla tenía razón, ella era mi pareja y yo le debo lealtad y respeto.

Se acercó un poco más, luego tocó mis labios intentando besarme, yo cerré mis ojos dejándome llevar, pero no era lo mismo, no sentía deseos, no tenía ganas de nada, simplemente no podía hacerlo.

Mi celular comenzó a timbrar salvandome de lo que pretendía hacer con tal de olvidar a Ximena y cumplir con mi relación.

—Emm discúlpame cariño— comenté levantadome de la cama, yendo en dirección hacia donde se encontraba mi celular.
Al observar la pantalla mi corazón comenzó a latir con fuerzas.
Era ella, era Ximena, quedé paralizada, no sabía que hacer, Karla se encontraba conmigo y no podía responder.

Dejó de timbrar, pero nuevamente comenzó a hacerlo.
Karla me observó algo intranquila por lo que decidí responder.

—Si, dígame — comenté un poco nerviosa.

—Por favor Stephanie déjame platicar contigo, no puedo estar así, siento que se quema mi pecho, te extraño, lo que pasó anoche no deja de rondar en mi mente, te lo suplico déjame verte— comentó Ximena haciéndome sentir dolor y muy culpable, en su voz se notaba que estaba quebrada y que había tomado.

Tragué saliva al notar que Karla se estaba acercando al notar mi nerviosismo.

—Tranquila, mañana me comunicaré contigo y te recibiré en mi consultorio, por favor no faltes, sé que te está afectando mucho, pero debes mantener la calma, ¿De acuerdo?.

—No Stephanie yo necesito verte ahora, quiero gritarte todo lo que me haces sentir y que lo de anoche no fue un error, tu y yo hicimos el amor y ha sido lo mejor que le ha pasado a mi vida.

—De acuerdo, entonces platicamos mañana a la misma hora, cuídate mucho, te esperaré — comenté para más tarde cortar la llamada.

Karla se acercó mucho más intentando tocarme pero a decir verdad no pude.
Mi intensión ahora era zafarme de Karla para volver a llamar a Ximena y tratar de tranquilizarla.

—Cariño necesito descansar, no me siento bien, anoche tomé con las chicas y la verdad no me cayó para nada bien.

—Esta bien amor, te dejaré descansar, pero quiero que me respondas lo que te propuse.

¿Qué había sido?, ah si, de llevar la relación a otra dimensión.

—Me dejas al menos pensarlo?.

—Si claro amor, puedes hacerlo, pero espero y me des buenas noticias.

—De acuerdo cariño— comenté intentando sonreír.

Karla se acercó para plantarme un beso en los labios pero aparté mi rostro sintiendo el beso en la mejilla.

—Que descanses mi amor— comentó mientras apretaba sus puños y fingía una sonrisa.

—Gracias cariño.

Karla salió dejándome sola, me acerqué a la puerta para colocarle seguro.

Corrí en busca de mi celular e intenté marcarle a Ximena, pero jamás contestó, así que lo hice una vez más hasta que contestó.

—No tienes ninguna necesidad de llamar a Ximena, me parece que todo quedó claro esta mañana no?, te pido que respetes nuestra relación y te vayas a la chin'gada, eres una señora para ella, de por Dios ella solo es una niña, puedes ser la mamá, ya dejala en paz o no respondo, usted no tiene idea de quién soy yo, así que se lo advierto, deje a Ximena en paz ella está conmigo ahora y no la pienso desamparar.

Inmediatamente corté la llamada.
De verdad parezco una adolescente, ¿Dónde quedó mi dignidad?, soy una mujer echa y derecha, tengo la madurez suficiente para aceptar esto y llevar bien mi vida.
Hasta dónde he sido capaz de llegar por esa muchachita.

Debo aceptar lo que me propuso Karla y olvidarme por completo de Ximena, en realidad no pensé que estar tan enamorada lo cegara tanto a uno.


Observé a Ximena caminando con un poco de dificultad por lo que decidí ir tras ella, se encerró en su habitación, luego escuché como llamaba a alguien y más tarde como platicaba con la profesora Stephanie, corrí en busca de la madre de Ximena para que me facilitara la llave de su habitación.

Le inventé muchas cosas que nada que ver, hasta que finalmente me la dió.
Abrí la puerta de la habitación observando a Ximena tirada en el piso con los ojos cerrados, su celular comenzó a timbrar.
En la pantalla registraba; profesora Stephanie. Decidí responder y decirle algunas verdades.
Ella cortó la llamada, dejé el celular a un lado para así poder ayudar a Ximena, la acosté quedándome como tonta observándola.

Eres tan hermosa como para estar sufriendo por una mujer mucho mayor que tu, prometo darte lo que jamás te han dado, te llenaré de amor, lo prometo.

Pensé mientras acariciaba sus mejillas.
Quiero que en algún momento me mires con ojos de amor, cómo lo hiciste con la profesora Stephanie cuando platicabas con ella. Y lo conseguiré a como de lugar, lo juro.

Autor: SAIRIT LICONA

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