Fray J. Adrian Henao

Fray J. Adrian Henao ¡La Sangre, la Cruz de Cristo y el Rosario de María tienen Poder! https://fb.watch/gLndFvv5x_/ Rvdo. Dios les bendiga enormemente.
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Como ser humano reconozco mi condición débil y frágil, busco incansablemente mi crecimiento día a día en términos de formación, de aprendizaje, pero también en valores humanos, sé que es imprescindible reconocer nuestras fortalezas, nuestras debilidades y su expresión, nuestros errores o aciertos, no estamos solos, estamos en un mundo, no entiendo por qué hemos llegado al punto de vernos y senti

rnos como en una competencia, ¿Quién es más que quién?, somos iguales y ante los ojos de Dios tenemos la misma condición que es la condición humana, resumida sin entrar en detalles a nacer, crecer, reproducirse, envejecer y morir materialmente, así que como tal no veo el por qué la competencia, competimos por el bien tener y poseer lo material, pero porque no competir más bien por acrecentar los bienes del cielo y ser cada vez mejores personas. "Hay personas que salen del vientre de sus madres y van derecho a la tumba y en el mundo no dejan nada, no hacen ni por ellos ni por los demás", -Helen Fares-

A este mundo hemos venido a servir, “Quien no vive para servir, no sirve para vivir” – Madre Teresa. Presbítero de la Cofradía Sacerdotal San Pablo Apóstol, Orden Religiosa de espiritualidad y rito Anglicano, en proceso y búsqueda de reconocimiento como Sociedad de Vida Apostólica por la Iglesia Católica Romana, siempre al servicio de los más necesitados, inspirado por el profundo e incondicional amor y misericordia de Nuestro Señor Jesucristo, vivo cada día procurando modelar mi vocación y mi llamado al ministerio a un testimonio digno de llamarme cristiano. No nací para juzgar sino, para anunciar el Evangelio de Nuestro Señor, para llevar amor y esperanza donde no lo hay, para servir con abnegado amor a quienes lo necesitan. Reconozco y respeto todas las denominaciones religiosas, Dios no puede verse como una institución, Dios es más que la tradición, que la doctrina y la academia, todo lo anterior es producto de la inteligencia y la chispa divina que tenemos y que proviene de Él, poner todo esto por encima del mismo Dios sería creemos más que aquel que nos creó, "todo tiene un creador y el creador de todo es Dios". Es un deber y casi obligación orar por la unión del Cristianismo, por los religiosos y religiosas y sacerdotes, sin importar si son Romanos, Anglicanos, Ortodoxos o Protestantes, Jesús no es sino uno solo, y este no es una franquicia que sea de venta al mejor postor, para ver quién es el dueño de su verdad, oremos continuamente por todos aquellos que desde distintas instituciones o apellidos o confesiones religiosas llevan el mensaje de amor y misericordia de Nuestro Señor, somos hermanos en Él y los fanatismos no nos llevan sino a la división y la contrariedad, así pues respetémonos uno a otros y como decía Benito Juárez "la paz, es el respeto ajeno", Dios mismo en la persona de Jesucristo nos ha mandado a "Amarnos los unos a los otros, como él mismo nos ha amado". De corazón les envió un abrazo y todas las bendiciones que a través de mi humilde servicio y oración se puedan canalizar para todos y cada uno de ustedes. Que el Señor los bendiga siempre en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo + Amén. Solo soy un hombre en construcción… Obra en la vida, creación de Dios, barro en las manos de el gran alfarero.

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Rvdo. Diácono de la Cofradía Sacerdotal San Pablo Apóstol, orden religiosa de Espiritualidad y Rito Anglicano al servicio de los más necesitados, inspirado por el profundo e incondicional amor de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima, vivo cada día procurando modelar mi vocación y mi llamado al ministerio sacerdotal a un testimonio digno de llamarme Cristiano.

No nací para juzgar sino, para anunciar el Evangelio de Nuestro Señor, para llevar esperanza, amor y consuelo donde no los hay y servir con abnegado amor a quienes lo necesitan. Reconozco y respeto todas las denominaciones religiosas, Dios no puede verse como una mera y simple institución humana, tampoco puede reducirse o limitarse su acción salvífica a unos muros, cemento y ladrillos; Dios es más que todo esto, es más que la tradición, la doctrina y la academia, todo lo anterior es producto de la inteligencia y la chispa divina que se nos ha otorgado desde el bautismo cuando recibimos por primera vez a su Santo Espíritu, siendo consagrados sacerdotes, reyes y profetas, poner todo esto por encima del mismo Dios sería creemos más que aquel que nos creo, "todo tiene un creador y el creador de todo es Dios", “porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él, todo es anterior a él y todo se mantiene en él" Colosenses, 1 .

Es un deber y obligación orar por la unión del Cristianismo, por los religiosos, religiosas y sacerdotes, sin importar si son Romanos, Anglicanos, Ortodoxos o Protestantes, Jesús no es sino uno solo y no es una franquicia; que sea de venta al mejor postor, para ver quién es el dueño de su verdad, Jesucristo en su acción salvífica NO tiene jurisdicciones eclesiásticas, ¿Quiénes somos entonces nosotros para inventarnos jurisdicciones en el amor de Cristo?, Jesucristo en la Cruz se entrego por todos, así que no nos inventemos etiquetas para negar a Dios a sus hijos, quienes lo necesitan y lo buscan, desde sus vidas, diferencias y manera de pensar y hasta de pecar, “que tu pecados sean diferentes a los de tus demás hermanos, no te hace mejor o peor persona, también te hace pecador, por que el pecado por grande o pequeño no deja de ser pecado”, y TODOS estamos llamados a la conversión y la santidad.

Oremos continuamente por todos aquellos que, desde distintas instituciones o apellidos religiosos llevan el mensaje de amor y misericordia de Nuestro Señor, somos hijos de Dios y hermanos en Cristo Jesús y los fanatismos no nos llevan sino a la división y la contrariedad, estas dos frutos de la acción del maligno que esta como león rugiente esperando esperando a quien devorar, esperando el momento oportuno para atentar contra nuestra fe, contra nosotros, nuestra espiritualidad y buscar en su odio y división la perdición de las almas, la Palabra de Dios nos dice “porque todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. No somos de la noche ni de las tinieblas”. 1 Tesalonicenses 5, 5, así pues, respetémonos unos a otros y como decía Benito Juárez "la paz, es el respeto ajeno", convencido totalmente de la acción y el poder de la oración, los invito a tener la oración por digna e inevitable costumbre, por eso siempre les diré; “oremos todos juntos el Santo Rosario” todas las noches, no se imaginan el bien que le hace a nuestra alma, la reparación que ofrendamos al mundo entero y el daño que le provocamos al maligno, como decía San Juan María Vianney “Con esta arma le he quitado muchas almas al diablo”.