21/01/2025
IMPORTANTE
Todo niño con Necesidades Educativas Especiales (NEE) tiene derecho a una educación inclusiva. Esto quiere decir que cualquier dinámica que genere dificultades en la convivencia escolar debe ser tomada en consideración a estas necesidades.
Si un niño presenta una "desregulación" su jornada escolar no puede ser acortada. Esto genera una vulneración a su acceso a la educación. La escuela debe abrir un protocolo de acompañamiento emocional y conductual (PAEC) que de paso a un trabajo conjunto con la familia y especialistas que puedan estar tratando al niño.
Si un niño presenta problemáticas de higiene, ya sean uñas sin cortar u olor corporal, se debe indagar en primera instancia con la familia y evaluar si la conducta adaptativa del niño permite que pueda hacerse cargo de sus propias necesidades. Si no es así, se deben buscar redes de apoyo para promover éstas habilidades. Avanzar con recursos de protección a diestra y siniestra solo destruye la relación entre la familia y la escuela.
En caso de los niños en el espectro autista que tengan estas dificultades, la ley ampara a los padres para asistirlos en caso de una emergencia. Acorde a lo anterior se consideran horas trabajadas para todo efecto habiendo avisado a la dirección del trabajo previamente. Se recomienda que una vez atendida la emergencia el niño pueda continuar con su rutina en la escuela, salvo casos en los que sea inviable por horario de salida, lesiones u otras.
Esperemos que en su momento se avance en jornadas de reflexión en las escuelas, puesto que la "desregulación" no es algo a individualizar en el niño o la familia. Los demás niños también se estresan con éstas situaciones y necesitan entender lo que pasa y estar anticipados sobre qué hacer si algo así ocurre. Asimismo, los docentes también merecen este espacio y no sentir la presión de seguir trabajando en el salón de clases como si nada hubiera ocurrido.
El desafío de la inclusión es de todos, no es individualizable a un niño o la familia.