01/03/2023
'El año trópico versus el año sideral'
Los egipcios habían sido los primeros en medir el año solar y la periodicidad de los equinoccios con gran precisión. Sin embargo, en el siglo II antes de Cristo, los griegos dijeron que lo habían descubierto ellos. Bueno los griegos en general no, fue uno en particular, un tal Hiparco de Nicea. Lo vamos a perdonar porque los egipcios no lo habían patentado y porque le dio un buen uso.
Hiparco sí fue el primero en varios aspectos. Es a quien se le debe la trigonometría, odiada por todos los estudiantes secundarios, pero fundamental para los cálculos astronómicos. Determinó con gran precisión la distancia entre la tierra y la luna. Se la jugaba diciendo que las órbitas de los planetas eran elípticas y no circulares. Le dio veracidad a la teoría egipcia que la tierra era redonda y la subdividió con paralelos y meridianos para intentar representarla en un plano. En estos escritos se basó el astrónomo Paolo dal Pozzo Toscanelli allá por 1464 para elaborar un mapa con una tierra esférica con paralelos y meridianos. Además, hizo anotaciones sobre cómo llegar a las indias navegando hacia el oeste. Mapa sobre el cual Cristóbal Colon planeó su primer viaje.
Hiparco hizo muchos aportes más a la ciencia, pero hay uno que particularmente me sorprende. Cada vez que se habla de la duración del año calendario nos referimos a él como el año trópico. Contrariamente a lo que la gente cree, y les pido que lo tomen con calma, no es el tiempo que tarda la tierra en completar una vuelta alrededor de sol. Es el tiempo comprendido entre los equinoccios vernales. ¿Qué es este fenómeno? Es el efímero momento en que el sol pasa por el plano del ecuador terrestre en septiembre. Hay otro en marzo, pero no cuenta, lo pasamos de largo. Esto es lo que ocurre cada 365 días, 5 horas, 48 minutos
y 45 segundos. Hiparco fue el primero en especular, y estaba en lo cierto, que este tiempo no coincidía con el de la tierra completando una órbita alrededor del sol. Para diferenciarlo del año
trópico lo llamó ‘año sideral’.
Con el paso de los años la ciencia confirmó la teoría de Hiparco y determinó que el año sideral o el tiempo que le lleva a la tierra dar una vuelta alrededor del sol es de 365 días, 6 horas, 9 minutos
y 25 segundos. ¿Por qué esta diferencia? Por algo llamado nutación, una especie de cabeceo u oscilación del eje de la tierra casi imperceptible. O sea, no está bien balanceada. Esto se debe a una
irregular distribución de la masa de la tierra y el agua de los océanos que no cesa en su afán de moverse. Si el eje de rotación de la tierra fuera estable y siempre apuntara en la misma dirección, el año trópico y el sidéreo durarían lo mismo.
En definitiva, cuando suena el primer petardo de año nuevo, a la tierra todavía le quedan 20 minutos y 40 segundos para completar una vuelta alrededor del sol. Hay otras pequeñas consecuencias como que esto hace que los trópicos se desplacen unos 300 metros cada 18
años hasta que vuelvan a estabilizarse. Sin embargo, la más llamativa es que cuando la tierra complete 25.000 vueltas alrededor del sol desde el nacimiento de Cristo, nosotros estaremos en el año 25.001
Esta nota fue escrita especialmente para el capítulo 'La estresante tarea de medir el tiempo' incluido en el líbro Pequeñas Piezas de la Historia I.
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