22/09/2022
Los investigadores descubrieron que la declaración de en la indagatoria era falsa y que, el día del crimen, dejó su celular encendido en la camioneta para no ser geolocalizado y despistar.
“Es un gran mentiroso. En una primera revisión que hicimos del celular que usaba con frecuencia Del Río, comprobamos que su coartada es falsa. La tarde del 24 de agosto en la franja horaria clave, no envió ningún correo electrónico”, reveló a Télam una fuente judicial. En su testimonio había afirmado que sí.
Según Del Río, aquel 24 de agosto terminó una reunión en Palermo a las 16 hs, caminó hasta el Hipódromo y tomó un taxi hacia donde había dejado estacionada su camioneta: Nuñez. Allí habría permanecido hasta las 18.30 hs, contestando mensajes de WhatsApp y mails.
Lo cierto es que durante las 16.50 y las 18.30 hs de aquel día, período durante el cual se observa a la persona encapuchada en las cámaras de seguridad, no se registró actividad en su teléfono.
Otro dato que complica al hijo menor del matrimonio asesinado es el acta que elaboraron el pasado lunes cuatro peritos y autoridades en Medicina Legal de la Superintendencia de la Policía Científica, por orden de los fiscales que investigan la causa. En ella aclararon que, en base a los signos de putrefacción, la temperatura y la rigidez cadavérica de la pareja, las muertes ocurrieron en un lapso de hasta 36 horas antes de las autopsias.
Esta información modifica la primera estimación de la hora de muerte, del médico legista Martín Adrian Fernández que realizó las autopsias, en un intervalo postmortem de 12 a 18 horas previas al análisis en la morgue.
Por último, el suegro del acusado, Miguel Sánchez, reconoció la forma de caminar de su yerno en las filmaciones de las cámaras de seguridad, donde se ve a un hombre con barbijo, capucha, gorra y una bolsa en la mano, caminando hacia el barrio porteño de Nuñez.
Sánchez, que se dedica a la actividad rural y es propietario del departamento de Virrey Arredondo 2465, el cual Del Río utilizaba como oficina en ocasiones, es la tercera persona en identificarlo. Antes lo había hecho Diego Del Río, su hermano mayor, y la agente inmobiliaria que era su amante.