25/08/2023
“QUE NADIE MÁS SUFRA LA PÉRDIDA DE SU HIJO”
*Por Manuel Gutiérrez Aburto, padre de Manuel Gutiérrez Reinoso.
Hace 12 años, en la noche del 25 de agosto del 2011, mi hijo Manuel Gutiérrez salió junto con su hermano Gerson a observar el paro organizado por la Central Unitaria de Trabajadores y Trabajadoras. Sin embargo, cuando iban camino a encontrarse con la movilización, a la altura la Avenida Américo Vespucio, en el límite entre la comuna de Macul y Peñalolén, mi hijo fue alcanzado por el disparo de una subametralladora U*I, efectuado por el sargento de Carabineros Miguel Millacura. La bala dio justo en su pecho, por lo que entró en su corazón y causó su muerte.
Mi hijo era un muchacho muy querido en el colegio por sus amigos. Era un chico cariñoso, carismático, con mucho amor por los demás. Hincha del Colo Colo como yo. Cuando llegaba del trabajo, él se tiraba en mi brazos para apapacharlo.
A pesar de que los Carabineros negaron rotundamente la situación, haciéndola pasar por un enfrentamiento entre las barras de fútbol; la Teniente Iglesias finalmente confesó lo sucedido. En ese momento, gobernaba la derecha con Sebastián Piñeira y conseguir Justicia se volvió un calvario. Todavía la Justicia Militar veía los casos de represión, por lo que los militares se juzgaban a sí mismos. Hasta el día de hoy, Miguel Millacura no estuvo ni un momento en prisión. Tan solo le dieron una pena de 300 días. Nuestro gran logro fue que su caso pase a la Justicia Civil.
Es preocupante que situaciones como estas continúen aconteciendo en un país democrático. Hoy sigue vigente la Ley Antibarricadas y avanza la Ley Nain-Retamal. Creo que los políticos toman decisiones sintiéndose un grupo aparte, de espaldas a las familias que hemos sufrido una pérdida por gatillo fácil. Si tuvieran un hijo asesinado como el mío, no pensarían en estas leyes.
En la previa del 50 aniversario del Golpe de Estado de Pinochet, pienso en aquellos detenidos desaparecidos, y en sus familias que aún viven con la esperanza de encontrar un huesito para poder enterrarlos. Debemos terminar con los pactos de silencio de los militares y con el discurso negacionista de algunos grupos políticos. También siento mucha preocupación por el avance de la ultraderecha negacionista en la región, como son los casos de Milei, en Argentina, o de Kast. Al igual que Bukele, en El Salvador, avalan este tipo de accionar por parte de las Fuerzas de Seguridad.
Lo más importante es cuidar la democracia. Como pueblo debemos luchar, hacernos valer en las urnas y elegir a quienes estén luchando por los derechos de los más empobrecidos. En mi familia, somos gente de fé, sabemos que pronto nos encontraremos con Manuel. Mientras tanto, no podemos permitir que haya otro caso más de Gatillo Fácil.