25/08/2025
El hombre que descubrió que el tiempo es una ilusión
En 1962, el geólogo francés Michel Siffre decidió hacer algo que parecía una locura: aislarse en una cueva durante dos meses, sin luz solar, sin relojes, sin contacto humano… y sin ninguna pista de qué hora o qué día era.
Al principio trató de seguir un “día normal”, pero pronto el tiempo dejó de existir. Sin amaneceres ni atardeceres, su mente perdió todo punto de referencia. Lo único que quedaba era su cuerpo… y este comenzó a marcar un ritmo propio: 36 horas despierto, 12 horas de sueño profundo.
En ese silencio eterno, Siffre descubrió algo inquietante: nuestro sentido del tiempo es mental. No es el sol ni el reloj lo que nos gobierna, sino un reloj biológico interno que puede romperse y reconfigurarse. Y cuando eso pasa, el tiempo social deja de importar.
Lo más sorprendente es que estudios posteriores confirmaron que, sin estímulos externos, los humanos pueden vivir en “días” de hasta 48 horas, e incluso experimentar lapsos en los que minutos se sienten como horas… y horas como minutos.
Su experimento reveló que el tiempo es una jaula invisible en la que hemos aprendido a vivir, pero que, una vez fuera, el cuerpo y la mente inventan su propia realidad.
Moraleja: Si el tiempo es mental… tal vez lo único que nos limita no son las horas del reloj, sino las que creemos que tenemos.