10/05/2020
ANGEL EFERVESCENTE
Se decia a si misma inspiradora y oficiaba de calmante para la guardia baja de algun autoestima desprevenido. A la hora de buscar la noche volaba entre las mil y una propuestas y se entregaba a una soledad recurrente, elegida, deliberada, propia de las almas desquiciadas.
Y tragaba frios nocturnos, acunaba respuestas, amontonaba seres intangibles en sus memorias buscando realidades utópicas.
Cuando la conocí, ella lloraba silenciosamente, al tiempo que reia para demostrar fortalezas. Los demas veian un angel efervescente pero yo le miraba los ojos...
Fui testigo cuando esos ojos por fin se encendieron, alguien la habia querido? Intentaron besar su alma?
No habia mucho tiempo para preguntas existenciales, se nos gastaba la noche y la repentina extinción del frio. Ella no debia saber que curaba heridas tras la furtiva sabana de lo secreto y mi promesa de regalarle letras.
Abrazabamos ilusiones, y las cuatro paredes se movieron tanto que se desprendieron estrellas. Nos conociamos una vida en esa penumbra, un corazón se volvio soñador, un amanecer distinto nos esperaba.
Me fui mirando el alba con versos ensayados, sin importar si volveria a ver el tumulto de sensaciones encontradas, cuidando que las musas de la mañana le inspiren buenos sueños.
No me sorprendio la sequedad del exterior, de rocio nocturno ya habia tenido suficiente...