28/12/2022
El Gusto 👅
Tenemos deferentes zonas en la lengua que nos brindan sensaciones como: dulce, salado, ácido y amargo.
Observa en una primera sensación la intensidad del cuerpo, si el vino tiene un cuerpo ligero, mediano o completo. Determina si el vino es más dulce o ácido.
La acidez hace salivar la boca y tiene un impacto mucho más suave en el paladar; el dulzor ofrece untuosidad, como una sensación aceitosa en la boca.
La intensidad de sabor nos dice mucho sobre la calidad del vino. Para los vinos tintos determina el nivel de los taninos. Son los responsables de la sensación de astringencia o sequedad.
Luego de que se ha escupido o tragado el vino, los sabores que permanecen contribuyen la persistencia en la boca o final, eso consiste en analizar el tiempo que se quedan los sabores en boca.
Los sabores del final son en general sabores a especias, tostados, o sabores que recuerdan fruta ácida.
Analizar la persistencia en la boca es el componente final para determinar la calidad del vino. Los vinos de calidad tienen una persistencia más prolongada y los vinos de baja calidad tienen persistencia más corta.